El Banco Popular ha empezado a poner cifras concretas al ajuste de oficinas y empleados que ha puesto en marcha. El secretario general de la Federación de Servicios Financieros de CC OO en la Comunitat Valenciana, José Miguel Mandingorra, informó ayer a este Diario de que la dirección del banco les ha trasladado a los sindicatos que, de las 2.900/3.000 bajas laborales que se producirán en la entidad, unos 180 pertenecen a su red en la Comunitat Valenciana. Se trata de un 6 % del total. En Andalucía, el ajuste previsto es de unos 480 trabajadores; en Galicia, unos 450; en Cataluña, 330; en Castilla y León, unos 240; y en el resto de comunidades, otros 480 empleados.

El banco presidido por Ángel Ron aún no ha comunicado el reparto por autonomías del cierre de las 300 oficinas previstas inicialmente. Lo que sí saben los sindicatos, según informó Mandingorra, es que la mayoría de los despidos corresponderá a los empleados mayores de 59 años. También tratará de que el cupo de cerca de 3.000 se complete mediante bajas voluntarias. En caso de no llegar a esa cifra, entonces recurriría a las forzosas. El 81 % de las bajas corresponderían a la red y a sus superestructuras territoriales y regionales, y el 19 % a los servicios centrales, según el sindicato. Mandingorra explicó que este es el primer ajuste de plantilla que aplica el Banco Popular en la Comunitat Valenciana, dado que tras la compra del Banco Pastor no se produjo ninguna salida laboral.