«El transporte marítimo en la Unión Europea (UE) se mueve en aguas turbulentas, mucha inversión ineficaz e insostenible». Así de contundente se expresa el Tribunal de Cuentas Europeo en su informe de fiscalización de las ayudas de Bruselas a los puertos comunitarios, que cuestiona la tercera fase de ampliación del recinto de Algeciras „terminal de contenedores„ cuya inversión global se eleva a 511,4 millones de euros, de los que 127,3 son financiados por la UE y donde se detectan sobrecostes de 67 millones, según constata el demoledor análisis publicado ayer por el organismo fiscalizador de las cuentas del Ejecutivo presidido por Jean-Claude Juncker.

La advertencia del Tribunal de Cuentas al citado puerto andaluz, directo competidor del puerto de Valencia en transporte de contenedores del Mediterráneo, que podría acabar en sanción, se produce en un período en el que el recinto del Grao también prepara la expansión de sus muelles. La entidad presidida por Aurelio Martínez prevé construir la cuarta terminal en el recinto del Grao con una inversión de entre 300 y 400 millones de euros, incluida la de la propia Autoridad Portuaria de Valencia (APV). La superficie de esta instalación (unas 75 hectáreas, con capacidad para la manipulación de unos 3 millones de TEU, contenedores de veinte pies) duplica la de Algeciras.

Los auditores europeos han examinado 37 nuevos proyectos en España, Alemania, Polonia, Italia y Suecia durante 2015, incluidos doce españoles en Cartagena, Algeciras, Vigo y Santa Cruz de Tenerife. «En España, los puertos de Cartagena, Algeciras y Ferrol incluían en su estrategia de crecimiento la captación de mayor tráfico con origen o destino a la región de Madrid, que también es un mercado tradicional de otros grandes puertos (Valencia en particular). El aumento de la capacidad de los puertos „añade„ se llevó a cabo sin evaluar si había tráfico suciente para cubrir la misma zona de influencia del interior».

«Eficacia muy baja»

Los proyectos españoles han acaparado 465,5 millones de euros de financiación europea, de los cuáles 394,2 millones han ido a parar a infraestructuras «no utilizadas o infrautilizadas». Según el Tribunal de Cuentas, «la eficacia de las ayudas portuarias en Europa «fue muy baja: solo alrededor del 5 % (lo que representa 18 millones de euros de financiación de la UE invertida) de la capacidad global creada se está utilizando según lo inicialmente previsto después de casi una década de actividad».

También lamenta el hecho de que no haya habido «un nivel significativo de actividad portuaria en promedio casi una década después de que terminasen las obras, lo pone de manifiesto que no era necesario gastar financiación de la UE en estas infraestructuras y que no hubo ni una justificación económica ni un análisis adecuado de los costes y los beneficios de antemano». En total se considera que 292 millones de euros de inversiones financiadas por la UE seguían siendo ineficaces en 2015. «Los Estados miembros se centraron más en absorber los fondos de la UE que en la eficacia de las inversiones en la capacidad portuaria adicional», puntualiza. Y duda de la eficacia de las ayudas europeas al puerto de Algeciras porque al otro lado del Estrecho de Gibraltar se encuentra el de Tánger-Med (que ha recibido una ayuda del BEI de 240 millones) para una ampliación que permitirá gestionar un tráfico de 8 millones de TEU (unidades de contenedor de veinte pies) anuales.

Lo que no ha cuestionado de Algeciras es la viabilidad de una inversión de 22,2 millones del presupuesto comunitario para ocho grúas para la terminal pública de contenedores en sus instalaciones, si bien los auditores defienden excluir este tipo de inversiones en el futuro porque en este caso benefició a un operador privado determinado, junto con los proyectos de almacenamiento.