El incremento en la renuncia a aceptar herencias que se ha producido en los últimos años será anecdótico si el Consell se decide finalmente por suprimir algunas bonificaciones del Impuesto de Sucesiones. El decano del Colegio de Notarios de Valencia, César Belda, recordó ayer que en la actualidad hay una exención de 100.000 euros hasta la cual no hay que tributar. A partir de esa cantidad hay bonificaciones que pueden llegar al 75 %. «Si el Consell suprime esa exención, se produciría una situación confiscatoria, porque muchos herederos no podrán pagar y, en consecuencia, será la Generalitat la que finalmente se quedará con esos bienes», asegura Belda.
Fuentes oficiales de la Conselleria de Hacienda no quisieron precisar cuáles serán los cambios que proyecta en su reforma tributaria, que está previsto que se conozca en breve y que entraría en vigor en 2017. La idea general, añaden, es que se suba la presión fiscal sobre las rentas más altas para liberar a los que menos tienen. En relación con esto, este diario publicó el pasado 30 de agosto que el Consell trabaja con la idea de ampliar la cantidad a partir de la cual no se tributa por la herencia, es decir, los citados 100.000 euros, pero a cambio se reducirían de forma sensible las bonificaciones contempladas en el impuesto.
La conclusión es que aquellos que hereden grandes fortunas tendrían que pasar por caja y pagar mucho más de lo que lo hacen ahora. Según los expertos, se estima que el 95% de las grandes herencias no tributa.
