El empresario Ricardo Cardona falleció en la madrugada del sábado al domingo a los 80 años de edad. Fundador de algunas de las organizaciones empresariales más reconocidas de la Comunitat Valencianas, su entierro tendrá lugar a las 11.30 horas de hoy en la iglesia de San Carlos de la localidad de Ontinyent.

Definido como una persona «dialogante y preparada» en círculos financieros, presidió la patronal del textil Ateval durante casi veinte años. También participó en la puesta en marcha de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) „de la que llegó a ser vicepresidente„ y del actual Instituto Valenciano de Comercio Exterior (IVEX). Pero no todo quedó ahí. Formó parte de los órganos de dirección de la Cámara de Comercio de Valencia y fue uno de los «padres» del Círculo de Empresarios. Su amplio recorrido empresarial también lo llevó a organismos comunitarios del sector textil, como la Comisión Europea de Fabricantes de Mantas. Ricardo Cardona nació en la localidad castellonense de Alcalá en 1936, estudió el bachillerato en el Colegio San José de los Jesuitas de Valencia y luego cursó Ciencias Económicas y Derecho en la Universidad de Deusto (Vizcaya), compartiendo lecciones con Emilio Botín y Emilio Ybarra, entre otros compañeros.

«A los mandos» de Paduana

Su currículum profesional tomó renombre cuando accedió a la subdirección general de la firma textil Paduana, una de las histórica del sector en la Comunitat Valenciana. Tras casarse con la hija de José Simó Aynat, heredero del fundador de la empresa creada en 1919, en los años 60 accedió al puesto de director general.

Cuentan que su entrada como nuevo «hombre fuerte» dio un nuevo vigor a una firma que ya había comenzado a apostar por nuevos mercados.

Cardona reorganizó completamente la estructura de Paduana: modificó su organigrama, delimitó funciones y estableció diferentes manuales de trabajo.

La exportación y el marketing agresivo „con publicidad en la televisión y otros medios de comunicación„ fueron dos de sus señas de identidad como dirigente del imperio. Aunque el sector textil no fue el único en el que estuvo presente. También fue designado consejero de la reconocida bodega Marqués de Cáceres. De hecho, la vinculación con el mundo vitivinícola fue el último retazo del mundo empresarial que conservó, desligándose hace pocos años de la bodega.

El mundo político también le tentó. Su nombre se barajó para presidir Feria Valencia „entre otros cargos„, aunque comentan sus allegados que no dio el paso porque tenía que desvincularse de la empresa familiar.

Durante la transición también se acercó a las filas de la Unión de Centro Democrático (UCD), participando en el traspaso de diferentes competencias propias a la Generalitat.

También destacan que era un hombre cercano, «sabía disfrutar de la vida». Así, participó durante años en las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent, donde llegó a capitanear una de las filaes durante el desfile para la comparsa Kabilas.