En ocasión del Día Mundial del Ahorro Energético, Endesa ha presentado el Informe de Endesa de Comportamiento Energético de las Empresa Españolas 2016, del que se desprende que el 81% de las pymes de este país no han puesto en macha medidas de eficiencia energética.

Esa falta de concienciación de las pymes españolas se debe en general a un desconocimiento del propio consumo, así como a las limitaciones para la inversión en instalaciones y equipos que mejoren la eficiencia energética. Según el estudio de Endesa, las principales medidas para mejorar el comportamiento energético pasan por el ajuste y optimización de la potencia contratada, que podría llevar a las empresas a ahorrar una media de 800 euros al año; está cifra se eleva hasta 2.000 euros para el 20% de los casos.

A estas cifras, se podría sumar en algunos casos el control de la energía reactiva, una energía que generan los tubos de algunos motores o fluorescentes y que está penalizada por el sistema eléctrico. Esta energía reactiva se evita con la instalación de baterías condensadoras que permitirían ahorrar una media de 400 euros al año. El estudio de Endesa desvela además, que el 78% de las empresas no disponen de equipos que compensen esa energía.

En cuanto a la iluminación eficiente, la sustitución de luminarias antiguas por otras con tecnología LED supondría un ahorro de 1.200 euros al año a las pymes.

Además, la mayor parte de las empresas españolas no tiene un control sobre los consumos denominados fantasmas, es decir, esa energía que se consume sin necesidad, como las pantallas de ordenadores encendidas sin actividad, el aire acondicionado activado cuando no es necesario, o la iluminación en garajes de noche sin presencia de coches. Si las empresas españolas aplicaran medidas de control en este sentido podrían ahorrar 1.400 euros al año.

Poniendo en marcha todas las medidas anteriores, las empresas españolas podrían reducir en un 20% su consumo energético. Un 26% de las empresas analizadas por Endesa presentaban un potencial de ahorro incluso superior a esta cifra del 20% de su consumo. Hay que tener en cuenta que las medidas se complementan, pero los ahorros no se pueden sumar íntegramente, ya que algunas mejoras llevan implícita la corrección de otras. Por ejemplo, cambiando la luminaria o los motores de climatización por otros más eficientes, no sólo se reduce el consumo sino que también podemos rebajar la potencia contratada.

Por sectores, el sector Terciario (servicios) es el que más potencial de ahorro puede registrar si implementara medidas de eficiencia, como mínimo unos 2.000 euros al año. El sector Industrial podría ahorrar como mínimo 2.400 euros al año, mientras que el Agrario registrarían ahorros por encima de los 2.100 euros año.

Invertir en ahorro energético no sólo fomenta la competitividad de las pymes sino que además supone un beneficio para el medio ambiente. Las empresas que aplican medidas de eficiencia energética reducen sus emisiones hasta en un 26%, como es el caso del sector terciario, un 20% en el industrial, un 15% en el agrario.