Como decíamos hace poco es indudable que la salida a bolsa de BANKIA no solo engaño al común de los mortales sino que dado que la cuentas oficiales estaban tan trucadas como los diésel de VW, pues ofrecían un falso beneficio de nada menos que mas de 300 millones, cuando las perdidas en verdad superaban los 3000 millones de euros, lo que como ya apuntamos, era susceptible de engañar a todos los inversores: modestos, pymes, grandes empresas o administraciones.

Esta, además, es la doctrina del TS que en 2015 y 2016 se ha cansado de repetir en sus sentencias, que el engaño o error al comprar productos financieros lo sufre cualquier persona, ya sea gran empresa o no, y aunque haya consumido muchos productos e incluso acuda a comprar el tóxico bancario asistido de su asesor financiero.

La clave pues no es la condición de la persona- si es persona física o empresa, o comprador habitual u ocasional; ni si le acompaño un asesor al comprar- lo que es esencial es si al consumidor o usuario de banca, sea quien sea, se le dio una verdadera información de características y riesgos de lo que compraba.

Por ello en el caso de las Acciones de Bankia, es evidente que todos compraron por error, pues no solo no se informo de la verdadera naturaleza de las mismas, como era obligatorio al sacarlas al parque, sino que ademas se engaño expresamente a todos al ofrecerlas envueltas en unas cuentas absolutamente falsificadas que a todos nos daban beneficio por graves perdidas.

Y esto es lo que ahora nos ha vuelto ha recordar un informe de cuando la salida a bolsa de Bankia, ahora conocido, de un Inspector del Banco de España. Mensaje claro de nuevo ( y ya llueve sobre mojado): en las acciones de BANKIA todos fueron engañados conscientemente y todos por tanto pueden reclamar. Y al final los Juzgados y Tribunales tendrán que dar esta santa razón a todos los afectados: ya sean grandes empresas o inversores institucionales o Administraciones Publicas ; pues la recta razón solo tiene un camino y lo cierto es que toda la sociedad española fue engañada.

Empresas como Porcelanosa, que ha demandado a Bankia y que en primera instancia en un juzgado de Vila-real tuvo una sentencia contraria, ahora con este informe tiene todas las de ganar en segunda instancia. Aunque la azulejera, como declaró en el juicio un empleado de Bankia, comprara sin que le ofrecieran las acciones, o sin recibir la llamada del presidente Zapatero, como han reconocido algunos empresarios -«nos recomendaba comprar...»-, tiene derecho a la devolución del dinero que perdió con una venta posterior por mucho menos del valor de adquisición, al existir engaño en las cuentas. Da igual que se fuera un lego, un especialista en bolsa, una empresa o una institución.