El desapalancamiento de familias y empresas, tan endeudadas en los años de la bonanza económica, y las dificultades de adecuar la oferta a una demanda con garantías en un contexto de serias dificultades por la crisis ha propiciado durante buena parte de la última década una constante reducción en el volumen de crédito en la Comunitat Valenciana, especialmente desde 2012, el año del rescate financiero. Sin embargo, al albur de la recuperación, la situación está cambiando. De hecho, la caída del crédito en la autonomía se está ralentizando de forma considerable, según el último boletín estadístico del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), correspondiente al segundo trimestre del año y hecho público ayer. En ese período, el descenso en el volumen de préstamos bancarios fue del 3,21 %, lejos del 8,07 % del primer trimestre, del 8,17 % con que cerró 2015 o del 5,29 %, 10,65 % y 12,51%, con que, respectivamente, terminaron 2014, 2013 y 2012.

El crédito en la Comunitat Valenciana se situó al finalizar junio en 124.172 millones de euros, de los que 9.268 correspondían al sector privado. La mayor parte lo concedieron los bancos y cajas de ahorros, con 112.285 millones, mientras que los 11.886 restantes procedieron de las cooperativas de crédito. Por sectores, los bancos redujeron el volumen en un 3,16 %, más de cinco puntos por debajo del menos 8,62 % del primer trimestre. Las cooperativas, por contra, lo redujeron en un 3,72 %, cuando tres meses antes lo habían hecho en un 2,71 %.

Depósitos

Mientras el crédito sigue a la baja, la capacidad de ahorro de los valencianos va en la dirección contraria. El informe del IVF pone de relieve cómo en el segundo trimestre del año esta magnitud aumentó en la Comunitat Valenciana en un 2,19 %, por encima del 0,95 % del periodo inmediatamente anterior. Los bancos incrementaron la captación de pasivo en un 2,03 %, mientras que las cooperativas de crédito lo hicieron en un 3,16 %. El volumen de depósitos, sin embargo, está lejos del de créditos, dado que asciende a 95.302 millones de euros. 82 206 corresponden a los bancos y cajas y los otros 13.095, a las cooperativas. Así, estas entidades acaparan el 13,74 % de los depósitos, frente al 9,57 % en que lo hacen con los créditos. Tanto unos como otras han reducido de forma significativa sus depósitos a plazo.

Paralelamente, las entidades financieras continuan con el proceso de reducción de sus redes de oficinas en un contexto en que la búsqueda de rentabilidad se ha vuelto imperiosa dados los bajos tipos de interés. Así, el número de sucursales en el territorio es ahora de 3.032, a una distancia sideral de las 5.061 del cuarto trimestre de 2008, cuando llegó a su máximo en los albores de la crisis. Respecto al primer trimestre de 2016, la reducción ha sido de 46.