La crisis económica, tras las sucesivas reformas laborales, han precarizado de forma considerable el mercado laboral español. Sin embargo, los datos del Institut Valencià d´Estadística (IVE) contradicen la queja general de que, además de perder poder salarial, los trabajadores, en este caso valencianos, cada vez tienen contratos más inestables. Así, al finalizar 2015, la tasa de temporalidad era en la Comunitat Valenciana del 27,5 %, es decir, que 27,5 asalariados tenía un contrato temporal. En 2007, que fue el año en que se inició la última crisis económica, ese porcentaje era del 34 %. En 2004, en plena gestación de la burbuja inmobiliaria, aún era mayor, concretamente, del 38,4 %.

Para la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), la explicación se encuentra en que, al inicio de la recesión, «en el momento de mayor virulencia de destrucción de empleo, los primeros en ser expulsados del mercado de trabajo fueron los trabajadores que tenían una relación temporal». Por su parte, la secretaria de Empleo de CC OO-PV, Ana María García, cree que esa menor temporalidad obedece a que en la actualidad «muchos de los contratos que se formalizan son a tiempo parcial que van encadenándose, lo que da la impresión de ser indefinidos, cuando no es el caso».

Los datos del IVE equiparan la situación de hombres y mujeres en 2015, con un 27,2 % y un 27,7 %, respectivamente. En 2007, por contra, la diferencia entre unos y otras era de cierto relieve: 33,2 % los valencianos frente a un 35,1 % de las valencianas.