Canadá no es ni por asomo un mercado de referencia para la economía exportadora valenciana, pero su acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (CETA), pendiente de la ratificación de los 28 estados miembro, se convierte en una «buena noticia» en tiempos de incertidumbre del comercio global. «Es el mayor acuerdo comercial firmado por Bruselas hasta ahora, elimina casi todos los aranceles, y se trata de un país inmenso, con más de 52.000 dólares de PIB per cápita. Esa renta disponible es fundamental para muchos de nuestros productos», apunta José Vicente Morata, presidente de la Cámara.
Según un informe de esta institución, la eliminación de los aranceles va a suponer un ahorro de casi 600 millones a los exportadores europeos. Las barreras caerán paulatinamente hasta la instauración del libre comercio, en siete años. Son 2,2 billones de dólares al año de productos europeos exportados a Canadá. El 95% quedan libres.
Según apunta Ricardo Miralles, director económico de la CEV, este acuerdo va a favorecer «la estabilización de la balanza comercial en bienes industriales, donde tenemos un saldo negativo con ellos». Los sectores de la automoción, las manufacturas relacionadas con el textil y materiales de construcción como los azulejos pueden verse beneficiados con un mayor volumen de exportación.
Otro sector tradicional que celebra la apertura del mercado es el de productos agrícolas. Pese al superávit comercial, «la buena noticia es que se reducen aranceles y se abre el cupo para todo Europa», de modo que la citricultura valenciana puede verse beneficiada del incremento y puede captar más cuota. También el sector vinícola, con la retirada de tarifas arancelarias y otros obstáculos no arancelarios y técnicos.
Según el informe de Cámara, los principales sectores de oportunidades son: componentes para vehículos; material y maquinaria para construcción (cerámica); preparados alimenticios y productos frescos; la industria química (abonos, cosméticos, medicamentos); confección-moda, y textil hogar.
Por otro lado, el acuerdo da a las empresas acceso a los contratos públicos de todos los niveles de la administración, también las provincias: son 30.000 millones al año. Y el CETA permitirá que se den por válidos en Canadá certificados de evaluación de la conformidad de la UE en sectores como el juguete, lo que abre las puertas a las pymes que no pueden permitirse duplicar costes por un mismo ensayo.
