La reactivación de la economía ligada a la inmobiliaria tiene uno de sus puntos fuertes en el sector terciario. A la compra de edificios de oficinas se está sumando últimamente la adquisición de palacios y edificios singulares para su reconversión en hoteles boutique.
El centro histórico está viviendo en los últimos meses una fiebre de compra-venta de inmuebles con este fin. Según ha sabido este diario, el palacio situado en el número 28 de la calle Caballeros acaba de ser vendido y ya tiene licencia para su apertura como hotel.
Se trata de un edificio singular rehabilitado por el conocido pintor valenciano Manolo Valdés y que pasó a manos de la ingeniería Díaz Cisneros. Posteriormente fue la promotora Domus Céntrica quien adquirió el inmueble, por 1,87 millones, en el concurso de acreedores de la ingeniería, y que ahora han vendido a un tercero. Según fuentes conocedoras de la operación, la peculiaridad del edificio estriba en que el edificio ya dispone de la licencia del Ayuntamiento de Valencia para su uso hotelero.
Otro palacio que también está recibiendo ofertas es la sede del Gremio de Panaderos y Pasteleros, en la calle Gobernador Viejo, entre la Paz y la plaza del Temple, sede de la Delegación del Gobierno.
Se trata de un edificio del siglo XIX, con semisótano, planta baja y tres alturas, que ha disfrutado de varias rehabilitaciones, la última en el año 2000. Dispone de cafetería, una gran sala de conferencias y formación, varias terrazas y casa del conserje. 1.800 metros cuadrados en total.
El edificio es propiedad del Gremio desde 1935, aunque ha decidido ponerlo en venta para redimensionar las instalaciones. «No vendemos por necesidad. Es estrategia empresarial. En estos momentos momentos sólo ocupamos una planta», explican desde esta organización.
«Tenemos las cuentas muy saneadas. Como organización empresarial el 85% del presupuesto procede de cuotas y servicios. No necesitamos la cultura de la subvención para sobrevivir», añaden. La entidad reconoce haber recibido tres o cuatro ofertas de compra y alquiler, «pero no hay prisa» por vender, zanjan.
Lo cierto es que estos casos no son extraordinarios. Inmobiliarias como Engels&Völkers aseguran tener en cartera una treintena de edificios singulares en la zona centro de la ciudad (Ciutat Vella, Eixample, Extramurs), y que se está generando un «boom» de pequeños empresarios interesados en la compra de este perfil de residencia para su reconversión en hotel boutique. Los precios de venta llegan hasta los cuatro millones.
Proliferación en el centro
La actividad hotelera es una de las que más vuelo está cogiendo en Valencia, por motivos obvios. La afluencia de turistas extranjeros a la ciudad crece y se reparte todo el año. Los edificios destinados a apartamentos turísticos están proliferando en toda la zona centro. Y la oferta hotelera crece cada mes. Como contó Levante-EMV hace unos días, una empresa alemana dedicada a la promoción acaba de comprar también un edificio de seis alturas en la calle María Cristina por unos tres millones para reconvertirlo en un hotel.
