El stock de vivienda nueva ha caído un 35 % en la Comunitat Valenciana desde el desplome de la construcción en 2009, según recoge un informe de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción. El mercado ha digerido en las tres provincias 26.926 inmuebles y todavía quedan por vender 92.782. La cifra de ventas es muy desigual, y el sector ya se está recuperando en la Costa Blanca y Alicante capital y en la ciudad de Valencia. En Valencia capital apenas quedan trescientos pisos de obra nueva por vender „algunos analistas rebajan la cifra a un centenar„ y ya han comenzado las primeras promociones impulsadas por la Sareb, fondos de inversión, entidades financieras, cooperativistas y promotores foráneos.

La situación de los constructores valencianos todavía es complicada hasta el punto de que el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valencia (APCV), José Luis Miguel, reconoció ayer que «lo razonable es que el que tenga suelo lo mantenga. Una buena decisión sería no hacer nada». José Luis Miguel presentó un estudio sobre la situación del sector que ha realizado José Manuel Luis.

Los promotores han encargado el estudio para conocer a fondo cómo está el sector tras la crisis y en un momento en el que «las reglas del juego han cambiado por la entrada de nuevos competidores como los fondos de inversión y las entidades financieras». El autor del estudio incidió en que el sector todavía se encuentra «en mínimos históricos» a pesar de la incipiente recuperación en la zona costera de Alicante y en Valencia capital. Estamos en el inicio de la escalada, pero es evidente que en determinadas zonas se percibe la recuperación».

José Manuel Luis añadió que los niveles de venta del mercado de segunda mano son similares a los de los años 2006 y 2007, pero en aquel momento representaban el 38 % de todas las transacciones y ahora suponen el 88 % frente al 12 % de obra nueva.

Debilidad de la demanda

El responsable del estudio subrayó que el sector todavía percibe una debilidad en la demanda por las dificultades de la financiación y porque las entidades bancarias solicitan el 20 % de entrada para conceder una hipoteca. En cualquier caso, el mayor problema es que el 40 % de los valencianos confiesa que es incapaz de asumir gastos extraordinarios de 650 euros al mes por lo que no pueden acceder a la compra. La opción para este perfil de personas es el alquiler.

Sin embargo, los promotores son reacios a apostar por la construcción de viviendas para el alquiler porque exige la inmovilización de los activos durante mucho tiempo y el plazo de amortización de las operaciones es de veinticinco años.

José Luis Miguel lamentó la situación en la que ha quedado el sector y que ha implicado la desaparición del noventa por ciento de los promotores. «Muchos promotores eran pequeños o se los ha llevado la crisis. En la asociación éramos cuatrocientos y ahora quedamos cuarenta promotores. Somos los últimos de Filipinas», señaló.