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Análisis

El acoso de Trump a México atrapa en plena expansión al automóvil valenciano

Las industrias auxiliares Infamol, Ochoa, Alegre y Novatec ya tiene plantas y Segura planea instalarse

El acoso de Trump a México atrapa en plena expansión al automóvil valenciano

El acoso al que está sometiendo Donald Trump a los grandes fabricantes automovilísticos que producen en México tiene un efecto colateral en forma de incertidumbre en Valencia. Las amenazas del futuro presidente de EE UU sobre fijar aranceles a los fabricantes que exporten a los concesionarios americanos coches hechos al sur del río grande, ya ha tenido resultados.

Ford anunció esta semana la cancelación de una inversión de 1.600 millones para montar una nueva planta en México. Trump también ha lanzado su ofensiva aislacionista contra General Motors y Toyota y, en estos momentos, proliferan las dudas sobre las inversiones futuras en el potente sector automovilístico del país azteca.

Si bien no peligran las inversiones previstas por Ford en la factoría de Almussafes (de más de cien millones en la planta de Motores, de los que 40 ya está ejecutados), el potente sector auxiliar del automóvil, crecido al calor de la factoría de Almussafes, sí puede notar en sus cuentas una hipotética caída de la producción mexicana.

Varias empresas integradas en el clúster de fabricantes de componentes tienen inversión en México. El último lustro ha sido un periodo de desembarco en un país donde las plantas de Ford, GM, Toyota, Nissan, Chrysler o Volkswagen, además de las más recientes Mazda u Honda, le han valido el sobrenombre del Detroit azteca. México es hoy uno de los principales fabricantes.

Industrias Alegre, firma de Albal especializada en piezas plásticas, tiene tres plantas a través A & P Solutions: una en Hidalgo y dos más en Puebla. Infamol inauguró hace menos de dos años una planta en Celaya, con una inversión de 1,2 millones. La empresa de El Puig también está especializada en la fabricación de moldes para inyección en plástico para el sector del automóvil, además de línea blanca ferrocarril y electrónica.

Industrias Ochoa, otro de los proveedores históricos de Ford y dedicada al diseño y construcción de matrices, llegó al país norteamericano en 2011, y esperaba cerrar 2015 con unas ventas de unos cinco millones.

Y el también fabricante de componentes de plástico, Novatec, cuenta con una planta en León (Guanajuato) desde 2013. A la presencia de estas empresas se unen los planes de Grupo Segura, compañía valenciana especializada en la fabricación de carrocerías, de establecer una factoría en este país entre 2017 y 2018 como puerta al mercado latinoamericano.

Las dudas tras la victoria de Trump no solo afectan al sector automovilístico. La economía exterior valenciana tiene un importante mercado en México. Si bien es discreto a efectos cuantitativos (sólo representante un 2% del total que se vende al exterior), se trata de un mercado destacado. Los 642 millones exportados en 2015 lo convierten en el segundo del continente americano, tras EE UU. De hecho, es prácticamente el segundo destino mundial extraeuropeo (Europa acapara el 70% de las ventas), ya que actualmente se encuentra por encima de China, y al mismo nivel que Argelia y Marruecos, dos clientes estratégicos valencianos.

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