La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha puesto en marcha una investigación en las terminales de mercancías del recinto del Grao como consecuencia de la caída de productividad en las tareas de estiba y desestiba de buques desde el pasado día 9 de enero y que ayer volvió a desplomarse un 35 %, según indicó el presidente de la APV, Aurelio Martínez, al término del consejo de administración de la entidad.

El máximo mandatario de la APV indicó que la Policía Portuaria consigue información cada jornada sobre las alteraciones que se se están registrando en la estiba para remitirlas a Puertos del Estado (Ministerio de Fomento) y una vez disponga de toda la información «iniciará una acción genérica global».

En su informe al máximo órgano de gobierno de la APV, al que se invitó a un representante del sindicato mayoritario en los muelles, Coordinadora de Trabajadores del Mar, Martínez aseguró que ya tienen constancia de que algunas compañías navieras que escalan en Valencia están desviando buques hacia otros emplazamientos.

Crecimiento de tráficos

Las marchas lentas en la muelles se producen en vísperas de que patronal y sindicatos vuelvan a negociar un acuerdo ante la inminente publicación del decreto-ley del Gobierno sobre la reforma del sector que exige la Unión Europea. Antes de este clima de conflictividad laboral, el tráfico en el mes de enero de la Autoridad Portuario de Valencia creció un 6,4 % y el de contenedores un 6,1 %.

El consejo de la APV aprobó el nuevo organigrama „todavía sin director comercial„ que queda dividido en dos áreas: una de gestión adscrita a la cirección general y otra de control, dependiente de presidencia. La secretaria general, Pilar Theureau, se encargará de vigilar que todos los proyectos que se ponen en marcha cumplen la legalidad vigente. El área de auditoría interna (Isabel Romero) vigilará parcelas concretas y la de desempeño corporativo será ocupada por Vicente Jiménez. Estrategia e innovación será ejercida por Ramón Gómez-Ferrer,que fue ex director general en otros tiempos.