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Vivienda

La escasez de pisos en alquiler en València agota las ofertas en 48 horas

Las inmobiliarias advierten de que el mercado está descompensado por la demanda de vivienda de jóvenes que no pueden acceder a la compra

València está viviendo una fiebre por el alquiler de vivienda. La escasez de pisos en alquiler a un precio asumible está provocando que las ofertas se agoten en 48 horas y que los propietarios puedan elegir al inquilino hasta entre catorce aspirantes. La consecuencia es que empiezan a subir los precios, que han pasado en un año de 6,61 euros el metro cuadrado a 7,20 euros. Por tanto, para una casa de setenta metros cuadrados por la que en 2015 se pedían 462 euros al mes a finales de 2016 el precio ya se encontraba alrededor de los 505 euros, según recoge un informe de la inmobiliaria Realmark.

El problema está generalizado en las grandes capitales españolas, aunque es especialmente grave en Madrid y Barcelona. Las inmobiliarias advierten de que el mercado está descompensado por la demanda de jóvenes que se independizan y que no pueden acceder a la compra.

Vicente Beltrán, responsable de la inmobiliaria Realmark, aseguró que «el precio de los alquileres está subiendo porque no hay. Es un problema de oferta y demanda. En 48 o 72 horas se cierran los contratos. Hasta se producen colas. Hay casas que la visitan catorce personas». En estos casos, los propietarios eligen a los inquilinos en función de los ingresos que acreeditan. El alquiler medio para un piso de 125 metros cuadrados está entre los 800 y los 900 euros.

El grupo Crein está especializado en el alquiler de pisos de protección oficial y dispone de una bolsa de cuatrocientas viviendas. Juan José Galiano, presidente de Crein, explicó que tienen una ocupación del cien por cien y un índice de morosidad del uno por cien. Los topes máximos del alquiler están fijados por la Administración y una vivienda de Crein de 70 metros cuadrados en Peris y Valero con garaje y trastero cuesta 550 euros. «Lo que está ocurriendo es que los jóvenes no pueden comprar una vivienda. El banco solo concede el 80 % de la tasación y es necesario otro 10 % para los gastos de adquisición. Si tienen ahorros no se arriesgan a perderlos. Ahora vuelve a tener sentido la VPO en alquiler», apuntó.

Galiano destacó que los fondos de inversión ya tenían claro lo que iba a pasar en España cuando se lanzaron a comprar viviendas de alquiler hace unos años. «Ya preveían que los jóvenes no podrían comprar porque no tienen capacidad de ahorro», precisó el presidente de Crein.

El jefe de estudios y cofundador de Idealista, Fernando Encinar, pronosticó nuevos aumentos de precios en 2017 en grandes ciudades y admitió que vivir de alquiler en algunas capitales como Madrid o Barcelona «se está poniendo imposible». Encinar señaló que los habitantes de las dos mayores ciudades de España son conscientes de que no se puede vivir en el centro por un precio razonable y que para encontrar un alquiler que se ajuste a su bolsillo tienen que ir a zonas periféricas.

Esa situación tan extrema todavía no se ha producido en València, aunque para las rentas bajas los precios comienzan a ser prohibitivos. Alain Taberner, responsable de inmobiliaria Alain, coincidió con el resto de expertos en que el problema es que la demanda es muy alta. Alain se dirige a una clientela media-alta y los precios de los pisos que manejan en Valencia parten de los ochocientos euros. «En algunos casos hemos alquilado la vivienda el mismo día que ha salido. En Madrid esto ya estaba pasando y ahora está llegando a València».

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