El fiscal Alejandro Luzón, que ejerce la acusación pública en la causa por las tarjetas «black», solicitará el próximo lunes la celebración de una vistilla en la que interesará la aplicación de medidas cautelares en relación con la sentencia dictada el jueves, si bien aún se desconoce si sus peticiones se realizarán respecto a los dos principales condenados -el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y el exvicepresidente económico del Gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato- y si serán de prisión inmediata de los mismos.

Así lo señalaron fuentes de la Fiscalía, que precisaron que la comparecencia se pide en relación a la causa y que es a lo largo de la misma en la que se determinarán las cautelares que se solicitan respecto a todos o sólo algunos de los 65 condenados en el procedimiento. Por su parte, la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), personada como acusación popular en la causa, solicitará también al tribunal que convoque la vista para decretar prisión «provisional comunicada y sin fianza» para Blesa y Rato después de que hayan sido condenados a seis años y cuatro años y cuatro años y medio de prisión, respectivamente, por su responsabilidad en la gestión de los plásticos.

La acusación, que ejerce el abogado Andres Herzog, considera que en este caso «resulta incontrovertida la concurrencia» de los requisitos que la Ley exige para la celebración de la vistilla «atendiendo al cúmulo evidencial puesto de manifiesto con la condena» que se ha impuesto a ambos, que además tienen otras causas pendientes ante la justicia. Tanto Blesa como Rato siguen imputados en la pieza principal del caso Bankia, el patrimonio del primero está siendo investigado por el juez Antonio Serrano-Arnal, titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, mientras que respecto a Blesa esta misma semana se ha conocido la apertura de un nuevo juicio contra él por los sobresueldos cobrados por exdirectivos de Caja Madrid.

Consejeros condenados por las black de todos los partidos y organizaciones sociales aseguran, bajo estricta condición de anonimato, que la sentencia es una «chapuza destinada a aplacar al pueblo», según un sondeo realizado ayer por el diario «El Mundo». «Somos chivos expiatorios», es una frase generalizada pronunciada entre los sondeados por este diario. «Nos utilizan para tapar lo de Urdangarin», afirma un veterano miembro del PP en sintonía nada menos que con un comunicado de CCOO. El sindicato incide en que la «indiscriminada ejemplaridad» de la sentencia se produce «en un tiempo judicial especialmente convulso si tenemos en cuenta otras condenas dictadas e interpretadas estos días».