Tal como se venía barruntando desde hace meses, al final no ha habido sorpresa y el Estado ha decidido que las dos entidades financieras en las que tiene una participación mayoritaria como consecuencia de su respectivo rescate durante la crisis acaben fusionándose en una. Bankia, cofundada por Bancaja y con sede en València, absorberá a BMN, fruto de la unión de las cajas de Murcia, Granada y la balear Sa Nostra, lo que desplazará hacia el Mediterráneo el núcleo principal de negocio del nuevo grupo. El fondo público FROB, propietario del 65 % del capital de ambas entidades, anunció ayer que se ha decantado por esta operación al considerar que «es la mejor estrategia» para recuperar «las ayudas públicas», que en el caso de Bankia ascendieron a 22.424 millones y en el de BMN, a 1.645 millones.

Esta era la cantidad aproximada que el FROB pretendía obtener con la venta de Banco Mare Nostrum. Para ello, contrató a Société Générale para que evaluara el interés de mercado por BMN. Finalmente, aunque el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo el lunes que había una oferta que «no estaba mal», la «única expresión de interés recibida», según el FROB, valoraba el 100 % del banco en 1.300 millones -1.061 en caso de ajustes por ruptura de acuerdos de seguros-, lo que implicaba que el fondo público obtendría por el 65 % unos 690 millones, un 43 % de lo invertido. Sin embargo, un informe de la consultora AFI estimaba que la absorción de BMN por Bankia podría reportar al FROB 401 millones más que la venta individual, así que finalmente se decantó por esta opción y por buscar la recuperación del dinero mediante la posterior colocación de paquetes accionariales del banco fusionado.

La operación, como dijo en su momento el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, tiene «sentido industrial y financiero», dado que se trata de dos entidades con redes complementarias. El rescate financiero obligó a Bankia a replegarse a los mercados de origen de sus fundadoras, de tal forma que la mayor presencia la tiene en Madrid (por Caja Madrid), Comunitat Valenciana (por Bancaja), Cataluña (por Caixa Laietana), Castilla y León (por Caja Ávila y Caja Segovia) y Canarias (por Caja Canarias). Por su parte, BMN tiene su implantación concentrada en Andalucía (por Caja Granada), Murcia (por Caja Murcia) y Baleares (por Sa Nostra). Su siguiente mercado es la Comunitat Valenciana, debido a que Caja Murcia tenía un peso importante en Alicante y es en esta provincia donde se producen las mayores duplicidades en la red de oficinas al sumar las 65 de Bankia a las 54 de BMN. El nuevo grupo, según el cuaderno de venta enviado por Société Générale, superará al Sabadell en créditos y a este y al Popular en oficinas, mientras que seguirá en el cuarto lugar en activos y depósitos.

Tras la decisión del FROB, los consejos de las dos entidades deberán aprobar el inicio de las negociaciones, que incluirán la contratación de un asesor para hacer los análisis y una posterior due dilligence para confirmar la viabilidad del proyecto. Fuentes financieras indicaron que lo más probable es que la operación se sustancie mediante el canje de títulos de BMN por los de Bankia. Esta circunstancia provocará que las fundaciones que constituyeron las cajas de BMN, con un 15,5 % en el capital de este, acaben formando parte del accionariado de Bankia. Resulta que ninguna de las que crearon a las cajas de esta última, como la Fundación Bancaja, mantiene títulos de la misma.