P El sector inmobiliario ha comenzado a recuperarse ¿Quién está reactivando las ventas?
R El segmento de rentas medias y medias-altas que busca una vivienda de reposición. Personas que quieren mejorar su calidad de vida por la ubicación de la vivienda o por el tamaño y cambian la suya por otra. El primer acceso de parejas jóvenes también se está produciendo
P ¿Realmente los jóvenes pueden acceder ahora a la compra en València?
R Es cierto que es complicado con salarios mileuristas si no cuentan con el apoyo de la familia. Por eso sube el alquiler.
P ¿Cuándo podrán los jóvenes acceder a la vivienda en propiedad?
R Cuando las tasas de desempleo bajen y las rentas salariales suban.
P En España siempre nos habían vendido la idea de que la vivienda nunca baja hasta que llegó la crisis. ¿Volveremos a ver en el futuro bajadas?
R Esa ha sido una gran paradoja. La vivienda siempre subía, pero nunca se había producido de forma tan absurda. Las promotoras fuimos lanzadas al estrellato porque las barreras de entrada financiera dejaron de existir. Las instituciones financieras empezaron a prestar dinero sin control. Todos pensábamos que vivíamos en el mejor de los mundos porque los bancos, que tienen unos grandes gabinetes de análisis, nos dejaban el dinero y nos incentivaban a comprar. Lo que se compraba al cabo de un año valía un 10, un 20 o un 30 % más. Eso provocó que no existiesen los controles de costes. El comprador de una vivienda tampoco se paraba a pensar en el contrato de préstamo ni en las condiciones que firmaba ya que sabía que lo que compraba valía más. Hemos visto bajadas muy fuertes, pero no en relación al precio de los productos inmobiliarios comprados en 2000 sino los de 2005, 2006 y 2007. En estas sí que ha habido pérdidas de capital, en el resto no. Esos precios eran irreales. La vivienda ya no volverá a bajar de precio.
P ¿Han abierto ya el grifo los bancos?
R Los bancos animan y exigen niveles de preventa del 50 %. Lo que pasa es que no todos los proyectos son suceptibles de compra.
P ¿Cuál es su principal problema?
R Toda la complejidad administrativa que se está introduciendo aquí en València. Estamos muy controlados, pero lo que nos preocupa es la inseguridad jurídica. Que exista una revisión constante de la legislación. Los proyectos urbanísticos son a largo plazo y no pueden cambiar las reglas del juego a mitad. Eso retrae las inversiones. El ejemplo más claro es Puerto Mediterráneo.
P Hay problemas con la concesión de licencias por la falta de plantilla en el Ayuntamiento de València que está retrasando los proyectos ¿Cómo está la situación?
R Existe una voluntad política de solución, pero hay un cuello de botella en las licencias municipales. Eso tiene un efecto perverso. El retraso en los permisos implica empleo que no se crea e impuestos que no se pagan. El Ayuntamiento tendría una fuente de ingresos si fuera rápido.
P ¿De cuánto es ese retraso?
R Los retrasos son de un año. En condiciones normales debía estar solucionado en tres meses. No tiene sentido que se demoren un año.
P ¿Y qué respuesta les dan en el Ayuntamiento?
R Que ahora están con el proyecto del Cabañal y que los técnicos que se incorporan tienen que preparse. La adjudicación de un proyecto a un técnico se demora de tres a cinco meses y después a ese técnico lo trasladan a otra actividad. Nos dicen que se va a solucionar, pero vemos que no. Hay voluntad política, pero los tiempos están en el año o año y medio.
P ¿Está subiendo el precio del suelo en València?
R No. Los costes del suelo antes se fijaban en función del precio de venta. El coste se podía repercutir en el precio de venta de la vivienda. Ahora partimos de una inmovilidad en ese precio de venta. El que espere repuntes del precio sin tener en cuenta la evolución de las rentas salariales se puede pillar los dedos.
