La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) prevé que la economía de la Comunitat Valenciana se ralentice en 2017 hasta tasas en el entorno del 2,5% al 2,7% como consecuencia del aumento de la inflación, los mayores costes energéticos y la «escasa capacidad del sector público» que provocará que disminuya el impulso de la demanda interna. Sin embargo, augura que la tasa de paro podría situarse a finales de año por debajo del 18%.

Así consta en el informe de coyuntura elaborado por la CEV que indica, asimismo, que la desaceleración de la actividad economía en la región valenciana estaría motivada por el impacto del Brexit y las repercusiones del «viraje proteccionista» de Donald Trump que «drenarán el avance de la demanda externa».

Por todo ello, la patronal subraya que la salida definitiva de la crisis requiere de la adopción de reformas a nivel institucional, fiscal, laboral y en educación y de subidas salariales «en el entorno de la horquilla que propone la patronal» porque «supondrían un impulso para la demanda interna y facilitarían, junto con las reformas anteriormente indicadas, el avance hacia un nuevo modelo productivo, innovador e inclusivo».

Por otra parte, el documento apunta a que la economía valenciana mantuvo durante el cuarto trimestre de 2016 «el buen tono» mostrado en los trimestres anteriores con una crecida del 0,8% en tasa trimestral. No obstante, matizan que los datos evidencian una ralentización, que también está afectando al conjunto de España y a la zona euro. De hecho, recuerda que según las últimas estimaciones del INE, el PIB de la Comunitat avanzó en 2016 un 3,3%; una décima más que la media nacional. Sin embargo, en términos de PIB per cápita, la Comunitat Valenciana se situó a 11,2 puntos por debajo de la media nacional.