«Francisco Correa controlaba Feria Valencia». Así de contundente se expresa el exconcejal del PP de la localidad madrileña de Majadahonda José Luis Peñas, cuyas grabaciones y denuncias destaparon el caso Gürtel, una trama de corrupción que tuvo en la Comunitat Valenciana un auténtico paraíso al amparo del Partido Popular. Peñas, que mañana comparecerá ante la comisión de las Corts Valencianes que investiga las irregularidades en la gestión y los sobrecostes en las obras de ampliación de la institución ferial, desveló ayer a este diario que en enero de 2008 el líder de la trama, Francisco Correa, condenado el pasado febrero a trece años de prisión por el llamado caso Fitur, le llamó por teléfono «para ofrecerme un cargo directivo en Feria Valencia. Me dijo que no me tenía que preocupar por nada, que ganaría mucho dinero, que me darían casa e incluso el colegio de mis hijos».
Peñas afirmó ayer que Correa le citó entre los cometidos que tendría que realizar desde la institución ferial «llevar desde allí las cosas de Fitur», el pabellón valenciano de la cual se adjudicó de forma ilegal a las empresas del líder de Gürtel desde la Generalitat. Preguntado por lo sorprendente de utilizar un cargo en la feria valenciana para realizar trabajos para la feria de turismo de Madrid, el exedil explicó que «ellos eran así; ponían a la gente donde les interesaba y en este caso también querían tener a alguien de confianza en la Feria de València para manejarla y ver si se podía sacar más negocio».
Negativa
Peñas declinó la oferta «porque no quería ir a València y no le pregunté nada más porque por entonces ya no le estaba grabando». El exedil dejó de realizar las grabaciones que acabarían incriminando a la cúpula de Gürtel y el PP en diciembre de 2007. Hasta principios de 2009, cuando fue detenido, «Correa no lo supo». Pese a la negativa de este expolítico, el líder de la trama logró sus objetivos poco después. Como adelantó este diario en febrero de 2009, Orange Market, la empresa valenciana de Gürtel que dirigía Álvaro Pérez, el Bigotes, cobró de la institución ferial más de un millón y medio de euros por diversos trabajos a lo largo de 2008. El más significativo de ellos fue un contrato para promocionar la feria Hábitat, el certamen que aglutinaba a los diversos eventos valencianos relacionados con el hogar. Por el mismo ingresó en julio 580.000 euros y en septiembre, 458.200.
Además, Correa y Pérez perseveraron para situar a alguien de su confianza en el staff directivo de Feria Valencia. Así, después de hablar con Peñas, lograron que la institución contratara para dirigir su departamento de marketing a dos personas llegadas desde Madrid y seleccionadas a través de Orange Market: Cristina Olmeda y Miren Olcoz. La segunda dejó su cargo justo un año más tarde, tras estallar el caso Gürtel. La segunda se mantuvo como directora de dicha área hasta mediados de 2012, cuando la entidad aplicó un nuevo recorte laboral tras el ERE de principios de 2011 que echó a la calle a un tercio de la plantilla. Olmeda y Olcoz, de quienes Peñas no había oído hablar, según confesó ayer a este diario, fueron las personas que gestionaron el citado contrato para Hábitat, que figura en la documentación en poder de la comisión de investigación de las Corts y que tuvo que analizar el fiscal que archivó la instrucción por los sobrecostes en las obras de Feria Valencia tras concluir que el despilfarro no es un delito.
¿Cómo llegó Correa a tener tanto poder como para colocar a peones suyos en la alta dirección ferial? José Luis Peñas responde así: «Conozco a Correa y sé cuándo habla en serio, como fue en mi caso entonces. Controlaba la Feria a través de los políticos, aunque no sé de qué conselleria dependía la institución».
Entre 2007 y 2009, la conselleria de Industria, Comercio e Innovación, que es la que siempre ha tutelado a las ferias valencianas, estaba dirigida por Belén Juste, quien había sido directora general de Feria Valencia desde principios de 2000, nada más llegar a la presidencia de la institución Alberto Catalá, hasta que se vio forzada a dimitir a mediados de 2006. Ella comandó la mayor parte de las obras de ampliación. El premio a su labor fue un puesto en el Consell de Francisco Camps, el «amiguito del alma» de Álvaro Pérez.
El exconcejal de Majadahonda, que desconocía cualquier detalle sobre el congreso de 2008 que el PP celebró en Feria Valencia y por el que le debe a esta 568.000 euros, explicó, por último, cuál era la operativa habitual de Francisco Correa, una persona a la que definió con «muy buen ojo» para calar a la gente y sus deseos: «Negociaba con los políticos y estos daban las instrucciones. Primero contactaba con el partido y, para generar dinero para el PP, era necesario lograr contratos con las administraciones públicas. Había políticos que entraban a todo, otros solo para el partido y otros que se negaban» a participar.
