El Estado, a través del FROB, puede perder 500 millones de euros más por las garantías concedidas a CaixaBank en el momento en el que adquirió Banco de Valencia, según ha admitido hoy el presidente del FROB, Jaime Ponce.

Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuesto del Congreso de los Diputados, el máximo responsable del FROB ha recordado que la venta de Banco de Valencia en 2012 incluía un esquema de protección de activos con el que el FROB cubría el 72,5 % de las pérdidas de una cartera de créditos durante 10 años.

A cierre de 2016 esa cartera ascendía a 2.200 millones, con unas pérdidas futuras estimadas de 715 millones, según los cálculos del organismo, de los que CaixaBank asumiría 37 millones y el grueso de los 678 millones restantes correrían a cargo del FROB.

Exactamente el 72,5 % de esos 678 millones, lo que se traduce en 491,55 millones de euros, explican fuentes del FROB, aproximadamente 500 millones adicionales hasta 2022.

Al margen de este caso, Ponce ha subrayado que el FROB ha participado con 59.000 millones en el rescate del sector, ya sea directamente con inyecciones de capital, la concesión de garantía, las indemnizaciones por la venta de híbridos como participaciones preferentes o la participación en Sareb, el banco malo.

Y para determinar qué cantidad recuperará finalmente el Estado, ha recurrido una vez más a que habrá que esperar a vender las participaciones en Bankia y BMN, al tiempo que ha incidido en que la fusión de ambas entidades busca recuperar el máximo de los fondos públicos.