El apoyo del PNV a los Presupuestos tras el acuerdo sellado este miécoles con el Gobierno allana la aprobación de las cuentas de 2017, que afrontan en el Congreso de los Diputados siete enmiendas a la totalidad por promover un crecimiento económico que no llega a la ciudadanía, según la oposición.

El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, ha defendido este miércoles el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2017 y ha pedido el apoyo a todos los grupos tanto en la votación mañana de las siete enmiendas a la totalidad como durante el trámite de enmiendas parciales, aunque "sin caer en la borrachera del gasto público".

Sin embargo, la jornada ha estado protagonizada por el acuerdo alcanzado entre el PNV y el Gobierno para resolver sus discrepancias respecto al cupo vasco, que supondrá el pago de 1.400 millones por cuestiones pendientes desde 2007.

Este acuerdo se ha visto completado más tarde con un pacto para el apoyo a los Presupuestos que incluye, además del cupo, una serie de medidas empresariales, de infraestructuras -principalmente el compromiso de construcción de la "Y vasca"- y colaboración entre administraciones.

Las cuentas de "transición" defendidas este miércoles, que no incluyen "ni el séptimo cielo ni siete plagas" bíblicas según Montoro, permitirán avanzar en el crecimiento económico y la creación de empleo, al tiempo que garantizará las prestaciones sociales.

Montoro ha advertido de que los Presupuestos mantendrán la contención del gasto a pesar de las peticiones de grupos políticos y comunidades autónomas, porque "hemos salido de la crisis que venía de la borrachera del gasto público y ya quieren salir de copas a celebrarlo".

Precisamente esta frase ha sido duramente criticada por los partidos de la oposición, que la han comparado con la afirmación del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en las que acusaba a los países del sur de Europa de "gastarse todo el dinero en copas y mujeres".

"Aún no es el momento de acelerar otros gastos y cuando lo hagamos lo haremos con cautela", ha insistido Montoro, al tiempo que ha recordado que la aprobación de los Presupuestos es necesaria para desbloquear la financiación autonómica, entre otras medidas.

Montoro ha advertido de que los Presupuestos del próximo año no incluirán "anuncios sorpresa", y ha descartado volver a la "borrachera del gasto público" de los años previos a la crisis.

Arranca el debate de los presupuestos en un Congreso dividido en dos

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El ministro ha reiterado el "compromiso" del Gobierno con la contención del gasto y el cumplimiento de los objetivos de déficit público para reducir el endeudamiento, porque esto se traduce en "fortaleza" para el crecimiento económico.

Así, frente a las "preguntas" de si es el momento de "quitarse el corsé de la austeridad" o "darse una alegría presupuestaria", Montoro ha abogado por "gastar mejor" en lugar de "gastar más" porque de esta manera "se atiende mejor el presente".

El ministro ha apostado por responder "de manera limitada" a las peticiones de "más ferrocarriles, más puertos, más plazas" que recibe de "políticos nacionales, autonómico y locales. No esperen anuncios sorpresa", ha añadido.

"Los ingresos que tenemos", aunque crecientes, "dan para lo que dan", ha subrayado el ministro, y por ello las inversiones se destinarán a "cuestiones concretas y necesarias".

Montoro ha reconocido que la recuperación económica no ha llegado a todos los españoles y ha defendido, que por ello es necesario dar prioridad al gasto social.

Por otra parte, Montoro ha lamentado que las siete enmiendas estén más relacionadas con cuestiones políticas que con temas económicos.

El PSOE pide derogar la reforma laboral

Durante la defensa de su enmienda a la totalidad, el portavoz socialista, Antonio Hernando, ha rechazado las cuentas y ha dicho que la corrupción entorno a su partido ha cerrado las puertas del diálogo, al tiempo que ha reiterado la necesidad de derogar la reforma laboral porque impide que el crecimiento llegue a la población.

Desde Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, sus portavoces han pedido la dimisión de Rajoy y mientras Alberto Garzón ha criticado que el crecimiento económico sea compatible con "la miseria microeconómica", su compañero Alberto Montero ha afeado que el apoyo del PNV se haya logrado "a golpe de chequera".

Por su parte, Joan Tardá (ERC) ha considerado que el Presupuesto beneficia a las grandes corporaciones y empresas, es decir a "la corrupción legal, de las puertas giratorias", además de ser una radiografía de la "España centralista" y "de la mentira".

Este jueves defenderán sus enmiendas a la totalidad el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDECAT) -porque persisten "muchas de las debilidades de la recuperación económica"-, Compromís -porque no "sirven a los intereses de los valencianos" y EH Bildu -por las "políticas corruptas, antidemocráticas y antisociales del PP"-.

También defenderá su enmienda de devolución Nueva Canarias, aunque su diputado Pedro Quevedo, cuyo voto podría ser clave para la aprobación de los Presupuestos, se ha mostrado dispuesto a negociar compensaciones a las islas durante el trámite de enmiendas.

Ciudadanos ha justificado su rechazo a las enmiendas porque los Presupuestos suponen un "cambio de rumbo" claro en las políticas sociales y de modernización del país y PNV ha puesto en valor su acuerdo, mientras UPN ha destacado su papel en la "estabilidad de España", Foro Asturias ha considerado que son buenos para el país y Coalición Canaria ha apelado a la "coherencia y responsabilidad".

Estos apoyos, unidos a los del PP, permitirán previsiblemente al Gobierno reunir los 175 votos que necesita para superar las enmiendas de totalidad, si bien precisará de uno más para aprobar los Presupuestos.

Salvo sorpresas, todo indica que el Gobierno conseguirá salvar ese primer examen a sus cuentas públicas con 175 votos 175 votos-PP, Ciudadanos, PNV, UPN, CC y Foro- la mitad exacta de la Cámara, suficiente para rechazar las enmiendas a la totalidad.