Era la tercera vez que Nely y Johan acudían a la Ciudad de la Justicia para que el padre reconociera la paternidad de forma voluntaria. Las dos primeras veces les faltaba un papel. Ayer, lo que fallaba, era el sistema informático.

Los registros civiles de València y Castelló no estaban ayer paralizados, pero nadie salió de allí con el expediente que había venido a buscar. Ni de defunción, ni de matrimonio, ni de cambio alguno en el estado civil. «Atendemos a la gente, revisamos los expedientes, vemos a ver si les falta algún papel... Pero el sistema no funciona y no podemos tramitar el expediente», explicaban desde el Registro Civil. Lo único que sí funcionaba, aunque a ratos, era la inscripción de recién nacidos.

Lidia es Lydia en la libro de familia. Y esa letra, junto a otro error en el apellido, le está causando problemas para cobrar un seguro. Ayer acudió al registro junto a su hermano, pero como tantos otros usuarios se fue por la puerta, con la documentación en regla, pero sin el documento que necesitaba.

Lo mismo le pasó a Jorge y Carolina. Se presentaron con la documentación en regla para tramitar un expediente de matrimonio. Les acompañaba un testigo. Todos habían pedido permiso ene l trabajo para realizar una gestión que tendrán que repetir.