Ni resoluciones del juzgado, ni notificaciones, ni declaraciones, ni denuncias, ni requisitorias... Los funcionarios de la Ciudad de la Justicia estaban ayer al pie del cañón en sus puestos de trabajo. Ahora bien, su jornada laboral se limitó, o a realizar los expedientes «a mano» -recuperando formularios antiguos o tachando con tipex los datos y realizando fotocopias- o a realizar aquellas «labores» para las que carecen de tiempo, como la revisión de expedientes o la realización de fotocopias. Y es que el sistema les permitía hacer entre poco y nada ya que la tramitación de expedientes estaba bloqueada ante el ciberataque de «WannaCry» que afecta desde hace dos días a instituciones y empresas de más de 70 países.

Dese la Conselleria de Justicia explicaron ayer que la Administración es vulnerable en tres puntos que han sido «capados» hasta que el parche diseñado para evitar la entrada del virus se instale en todos y cada uno de los ordenadores de todas y cada una de los partidos judiciales. Estos tres puntos son: El sistema Lexnet (sistema de tramitación electrónica de toda España, que conecta todos los juzgados); el sistema Cicerone (aplicación informática diseñada para la gestión procesal propia de la Comunitat Valenciana) y que coordina al Ministerio de Justicia, al Poder Judicial y a la propia Conselleria); y el denominado sistema Punto Cero, que se emplea para la comunicación interna entre jueces y fiscales (y donde se pueden consultar, por ejemplo, los antecedentes penales).

A partir de ahí, cada empleado hizo ayer «lo que pudo». Es decir, aunque se podían realizar trabajos internos (informes, revisión de la documentación, etc) no se podía tramitar expediente alguno. La comunicación fue exclusivamente interna, lo que limitó mucho el trabajo de los funcionarios.

Respecto a la celebración de juicios hubo de todo (juicios celebrados, con las declaraciones tomadas a mano para luego pasarlas al sistema y juicios suspendidos ya que no funcionaba el sistema de videoconferencias o el magistrado en cuestión decidió posponerlo por el motivo que fuera). Hubo juicios suspendidos en, al menos, los juzgados de Llíria, Massamagrell, Paterna, Vila-real y Catarroja. Desde la Conselleria de Justicia aseguraron que la decisión de celebrar o suspender el juicio es decisión del magistrado.

Los que sí se anularon ayer en la Ciudad de la Justicia fueron los juicios rápidos que correspondían a cinco delitos de alcoholemia. A dos de los acusados, que eran reincidentes, se les retiró el carné de conducir hasta la celebración del juicio, que tendrá lugar dentro de 15 o 20 días «cuando vuelva a coincidir el queipo que está de guardia».

Los funcionarios notaron (y mucho) el bloqueo informático. Los usuarios, sin embargo, no tanto. La Ciudad de la Justicia estaba ayer en plena efervescencia, como cualquier otro día. Los funcionarios atendían al personal, revisaban los expedientes y le pedían el teléfono móvil ,para emplazarlos a una nueva cita.