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Velarte pone un pie en América y planea llevar sus rosquilletas a Asia

La firma comienza a exportar a Costa Rica en una de sus primeras incursiones fuera de la UE

Velarte pone un pie en América y planea llevar sus rosquilletas a Asia

La firma valenciana de alimentación Velarte acaba de poner un pie al otro lado del charco. La compañía ha empezado recientemente a exportar a Costa Rica sus rosquilletas y snacks horneados. Tras varios intentos en el continente americano, especialmente en Sudamérica, la nueva relación comercial con una cadena de distribución del país centroamericano se ha consolidado con varios envíos.

Según explican desde la firma con sede en Catarroja, se trata de un mercado pequeño y en el que solo cuentan con una cadena, pero que «está funcionando bien». Al tratar directamente con el cliente, el producto pasa menos tiempo en tránsito y en almacén, un aspecto fundamental para mantener la calidad del producto, que tiene un periodo de vida limitado al no usar conservantes ni aditivos, defienden desde la empresa.

En este contexto, el mercado natural de exportación de la firma se circunscribe, con contadas excepciones, al territorio europeo. La compañía ya tiene en el exterior casi el 25% de su negocio pero no quiere quedarse ahí. Busca ampliar esa cuota. De hecho, los esfuerzos de la compañía se centran en alargar la vida útil del producto con vistas a lanzarse a nuevos mercados, desde Norteamérica a Asia, apuntan desde la compañía.

En este sentido, tanto Velarte como muchas otras empresas de alimentación están apostando fuerte por implementar mejoras en los envases como vía para alargar la vida del producto. Recientemente, la empresa ha lanzado al Clúster de Innovación en Envase y Embalaje el reto de lograr un envase que respete las características organolépticas de su producto para que permanezca crujiente, y que a la vez alargue su vida útil hasta doce meses. Actualmente, la firma trabaja con un margen de seis meses, pero necesita un año de caducidad para poder realizar ventas fuera de sus mercados naturales, el español y el europeo. Los largos periodos de tránsito más las estancias en el circuito logístico hacen que pase mucho tiempo hasta su llegada al punto de venta.

Se trata de una tendencia de la industria del envase y embalaje cada vez más en auge. Precisamente, Feria Valencia acoge desde hoy un congreso organizado por los centros tecnológicos Ainia (alimentación) y Aimplas (plástico) para abordar los grandes desafíos del envase alimentario. El sector busca adaptarse a las necesidades del consumidor, pero también hacer llegar al consumidor productos alimenticios procesados en condiciones óptimas, así como contribuir al objetivo mundial de reducir el desperdicio de alimentos mediante el aumento de su vida útil, todo ello sin olvidar la seguridad alimentaria y los criterios de sostenibilidad.

La firma valenciana, que pronto cumplirá medio siglo de historia, lleva en los últimos años una trayectoria ascendente. Tras crecer más de un 10% en ventas en 2014, el año 2015 lo cerró de nuevo con un incremento de casi un 3% hasta los 12, 8 millones de facturación y 250.000 euros de beneficios.

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