Los paros convocados por los estibadores han logrado paralizar la actividad en las tres terminales de contenedores del Puerto de València. La huelga se ha iniciado a las nueve de la mañana. Fuentes de la Auroridad Portuaria de València (APV) aseguraron que la actividad fue la normal durante toda la noche e incluso con el cambio de turno a las ocho. Las mismas fuentes, que indicaron que en una jornada normal en el recinto portuario se pueden mover entre 12.000 y 15.000 contenedores, añadieron que a primera hora de la mañana prácticamente no había movimiento de camiones en la zona, dada la consigna de las principales asociaciones de transportistas de eludir el puerto durante las jornadas de hueñlga.

Cerca del 100% de los trabajadores del sector de la estiba han secundado la huelga. No obstante, según detallan fuentes del recinto portuario, en las instalaciones hay "normalidad absoluta" y no se ha registrado ningún incidente.

En el Puerto de València, la jornada se desarrolla con "absoluta normalidad" durante las horas en las que no hay paros y se están cumpliendo "íntegramente" los servicios mínimos estipulados, según precisan.

Además, el tráfico en los accesos tanto al recinto portuario como dentro de las instalaciones está siendo "fluido" ya que los transportistas acordaron no operar en el puerto los días de la huelga para evitar el colapso.

El puerto de València afronta desde este hoy tres semanas de conflictividad ante el calendario de paros convocados por los sindicatos de estibadores en el marco de la negociación abierta con la patronal sobre la reforma del sector aprobada por el Gobierno. El colectivo de 6.150 estibadores portuarios de España están llamados a parar en todas las horas impares hasta las 8 horas del martes día 6.

El calendario contempla otras dos jornadas similares de paros este miércoles, 7 de junio y el viernes día 9 y, en caso de que el conflicto no se solvente, nuevas huelgas para las dos próximas semanas.

De esta forma, está programado un paro ininterrumpido de 48 horas desde las 8 horas del miércoles 14 hasta la misma hora del viernes 16 de junio, y tres jornadas de paros para el lunes día 19, el miércoles 21 y el viernes 23 de junio. Los paros afectan a uno de los sectores clave de la economía, el que garantiza la carga y descarga de los barcos en los puertos, las instalaciones por las que cada año pasan el 86% de los productos que entran en el país y el 60% de los que salen. En total, mercancías valoradas en unos 350.000 millones de euros.

Las huelgas están convocadas por todos los sindicatos con representación en la estiba (Coordinadora de Trabajadores del Mar, CC.OO., UGT , CIG y CGT) y tienen como objetivo concreto protestar por el cambio de actitud que, según aseguran, mostró esta pasada semana la patronal Anesco sobre su compromiso inicial a garantizar el empleo a todos los estibadores tras la reforma del sector aprobada por el Gobierno.

Cuatro meses de conflicto

Los paros tendrán lugar cuatro meses después de que estallara el conflicto en el sector de la estiba, cuando en febrero el Gobierno emprendió su reforma, pendiente desde 2014, para que cumpla la normativa europea, a la que contravenía, evitar una multa de la UE, y mejorar la competitividad de los puertos.

A pesar de que en estos meses los sindicatos del gremio han venido anunciando distintos calendarios de huelga, hasta ahora no habían secundado ninguno de ellos, dada la negociación abierta, primero a tres bandas, con Gobierno y patronal, y ahora en el marco de la negociación colectiva. Además, los paros se registran después de que el Gobierno lograra el pasado 18 de mayo aprobar en el Congreso el Decreto Ley de reforma del sector al segundo intento, dos meses después de que la Cámara Baja rechazara el primer texto.

El segundo Decreto Ley incluye un Real Decreto de desarrollo normativo que contempla aspectos laborales de la reforma, tratados en la negociación tripartita, así como las ayudas de 120 millones de euros comprometidas por el Gobierno para la reconversión del sector. Una vez aprobada la reforma y al amparo de dicho Real Decreto, sindicatos y patronal de la estiba se sentaron para negociar un nuevo convenio para el sector. Si bien en la primera reunión, la del 22 de mayo, se logró un principio de acuerdo que auguraba el fin del conflicto, en el encuentro mantenido una semana después se dio un vuelco a la situación, dado que se rompió la negociación y los sindicatos convocaron paros.

El principal objetivo de los sindicatos de estibadores pasa por que la patronal garantice el mantenimiento del empleo de todos los actuales estibadores mediante su subrogación, dado que en virtud de la reforma desaparecen las sociedades de gestión de estibadores portuario (Sagep) de las que ahora dependía este colectivo.

El gremio asume, no obstante, un ajuste no traumático mediante prejubilaciones voluntarias con las ayudas del Gobierno, bajar un 10% los sueldos más altos y pactar cambios en el sistema de trabajo y los turnos que mejoren la eficiencia en los puertos. No obstante, los estibadores también piden que las empresas, hasta ahora obligadas a participar en las sagep, se comprometan a participar también en los centros portuarios de empleo (CPE).