Tras dos años de tormentosa política comercial, con la Conselleria de Economia tratando de restringir al máximo la apertura en domingos y festivos, y los grandes operadores comerciales recurriendo a los tribunales, las buenas noticias se le acumulan al director general de Comercio, Natxo Costa.

La conselleria puso en marcha ayer el proceso de información pública para reducir a la mitad el número de domingos y festivos que podrán abrir las grandes superficies y centros comerciales en València capital. Se trata del enésimo intento para ordenar un mercado en que ahora se puede abrir todos los domingos y festivos del año.

A esa propuesta, que ha tenido una buena acogida en todo el sector, se suma ahora la renuncia de la multinacional sueca Ikea a la batalla judicial para lograr la apertura en domingos y festivos. Hace poco más de un mes se conoció la sentencia del TSJ que tumbaba la reclamación de la empresa para abrir su tienda de Alfafar todos los días del año. La sala de lo contencioso rechaza sus argumentos, niega que Alfafar sea un municipio turístico, y concede a la Generalitat la competencia exclusiva para decidir en materia de comercio interior.

Expirado el plazo, Ikea confirmó ayer que no ha recurrido al Supremo: «Cumpliremos lo resuelto por el Tribunal Superior de Justicia en lo referente a la apertura en domingos y festivos de nuestra tienda de Alfafar y no hemos recurrido la sentencia a pesar de que nuestra postura ha sido siempre la de abrir en estos días».

La multinacional entiende la apertura en festivos como una cuestión de servicio a sus clientes. «La compra en fines de semana es algo que nos está demandando el propio consumidor. De hecho, nuestros clientes valoran muy positivamente la apertura en estos días, además el domingo se ha convertido en el segundo día con mayor número de visitantes de la semana, con una cifra entre los 8.000 y los 12.000 visitantes de media en nuestra tienda de Valencia, por ejemplo», señalan.

Sin embargo, la empresa también apela al bienestar de la plantilla en su renuncia a batallar por esta apertura todo el año. «No se trata solo de una estrategia de recursos humanos, sino de una prioridad y por ello, nos esforzamos para que nuestros empleados estén orgullosos de trabajar aquí y puedan compartir tiempo de calidad con sus familias», señalan.

Alfafar, así como todo el área metropolitana de València donde proliferan centros comerciales y parques de medianas superficies, es uno de los puntos calientes de la guerra de los horarios comerciales. Al depender la apertura en festivos de cada municipio, se producen agravios comparativos entre operadores que, estando a escasos kilómetros, o incluso metros (como el Gran Túria en Xirivella), tienen regímenes horarios diferentes. Así, mientras en València las grandes superficies abren cada domingo, no lo pueden hacer ni el propio Ikea, ni los centros y cadenas de estos municipios.

La buena noticia para Ikea es que el nuevo orden de aperturas que proyecta el Consell amplía de diez a quince los domingos y festivos al año que podrán abrir todos los municipios. Y al mismo tiempo, se reduce de 64 a 30 los que se abriría en València, con lo que la situación se armoniza y se reducen los agravios comparativos.