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Acto

Los expertos reivindican el papel de las rurales ante la concentración bancaria

No ven preocupante, de momento, la reducción del número de operadores tras la absorción del Popular

Santiago Carbó, José Luis Martínez, Ángel Bergés y Joaquín Maudos, ayer en València. miguel Ángel montesinos

La compra por un euro del Popular por parte del Santander ha puesto en el debate público la cuestión de si, tras la crisis, se ha producido una excesiva concentración financiera en España. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, alertó el miércoles de ese peligro. Ayer, significados expertos del sector rebajaron la polémica en una jornada sobre la transformación de la banca organizada por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Su director adjunto, Joaquín Maudos, expuso al inicio su «preocupación por el aumento de la concentración» desde 2013, que ya supera la media europea, y añadió que, pese a todo, el país está lejos de la zona de alarma que marcan los 1.800 puntos del HHI, un índice que mide este fenómeno. No obstante, la citada operación ha elevado el HHI español en 259 puntos, hasta alcanzar los 1.445 en el negocio doméstico.

Los otros contertulios -el catedrátivo de Bangor University Santiago Carbó, el vicepresidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Ángel Bergés, y el portavoz de la Asociación Española de la Banca (AEB), José Luis Martínez- coincidieron en que no les preocupa esa concentración por el carácter muy competitivo de los grandes bancos españoles. En este sentido, Bergés recordó que lo importante no son los índices, sino los mercados donde operan las entidades y recordó que en Estados Unidos hay «dos decenas de megabancos» de ámbito nacional y «muchísimas» entidades locales que, en conjunto, abastecen a todo el mercado. Por ello, añadió que «lo que sí es peligroso es que se haga aquí con las rurales lo mismo que con las cajas de ahorros», cuya existencia se ha reducido a dos muy pequeñas -Ontinyent y Pollença- desde las 45 que había antes de la crisis. Y es que las cooperativas de crédito, con gran presencia en la Comunitat Valenciana, están muy enraizadas en los municipios del interior, precisamente aquellos que padecen una mayor merma en servicios financieros.

Sin dejar al Popular, Maudos planteó una cuestión inquietante: ¿Habrá más sorpresas en el sector? Aquí, Bergés y Carbó vinieron a coincidir en una respuesta negativa. La idea que expresaron es que si Europa se ha decidido a intervenir el banco español es porque no aprecia el peligro de «metástasis» que sí teme si reestructura alguno de los tantos bancos italianos en problemas. «Si aplicas una cura fuerte en Italia a lo peor te llevas por delante el euro», afirmó el segundo.

Por otro lado, el director adjunto del IVIE planteó si, tras haberse cerrado el 37 % de las oficinas durante la crisis, aún seguían sobrando sucursales. Carbó respondió que la clave está en el grado de digitalización del sector, porque «los menores de 30 años pisan muy poco las oficinas». En cualquier caso, la res se reducirá inevitablemente. Bergés añadió que, además, se tiene que ir a sucursales más grandes -o sea, concentración-, porque «no tiene sentido» locales con solo dos o tres trabajadores.

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