Podría llamarse la era del Kuga. Las tendencias del sector, donde los modelos ahora llamados SUV (Sport Utility Vehicle) están reventando el mercado, ha disparado la producción del Kuga y, por extensión, va a llevar a la factoría valenciana Ford a cerrar un 2017 de récord.

El ajuste al alza de la producción de cara al final de año va a hacer que Almussafes pase por fin de los 400.000 vehículos. Los superará «con creces», dijo ayer Dionisio Campos, director de fabricación de Ford durante en la visita institucional del presidente Ximo Puig. La producción aumenta en 125 vehículos desde septiembre.

El tirón del Kuga ha despejado algunos nubarrones que pesaban sobre el empleo. La factoría ha renovado hasta final de año a 240 temporales que terminaban contrato; y ha comenzado a repescar a 160 que ya habían pasado por la planta, para responder al pico de producción de los próximos meses. Casi todo esa de producción extra es responsabilidad del Kuga. Igualmente, se ha aplazado unos meses, posiblemente hasta mediados de septiembre, la reducción a un solo turno en la planta de motores, que estaba prevista para este pasado mes.

«Prudencia», replica ante las magnitudes de éxito Carlos Faubel, secretario general de UGT-Ford. No se menciona, pero existe cierto temor al ´monocultivo´ del Kuga. En estos momentos, este modelo representa más de la mitad de la producción: 1.050 de los 1.940 coches serán ´kugas´ en este tramo final de año. El modelo va como un tiro y Almussafes tiene la fabricación en exclusiva para toda Europa. Pero en breve se tiene que afrontar la negociación para renovar la producción del Kuga, y los otros modelos no tiene ni por asomo la misma respuesta. La furgoneta Transit Connect va bien en ese nicho de cliente comercial, pero los otros tres modelos (Mondeo, Galaxy y S Max) suponen menos de 500 vehículos al día.

«Es momento para afrontar la negociación, para hablar de nuevos coches y futuros volúmenes de producción», señalan desde el sindicato mayoritario, que calienta motores para después del verano.

Ayer, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, celebró los números de la planta, que a final de año contarán entre un 93% y un 95% de su plantilla como empleados fijos. También destacó el modelo de Almussafes, donde la automatización no merma el empleo (2.000 nuevos robots; 3.000 trabajadores más en pocos años), y reafirmó el compromiso de la Generalitat con inversiones pendientes como la adaptación de su terminal al corredor mediterráneo.