Las adhesiones a la nueva patronal autonómica CEV no cesan y, si no hay cambios de última horra, hoy se producirá una del todo emblemática: la incorporación de la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco), rival desde hace décadas de la propia CEV. Covaco nació a mediados de los noventa de la unión de organizaciones autoexcluidas de la CEV como Unió Gremial y otras como la poderosa federación alicantina del comercio Facpyme, así como la Pymec de Castelló. Las fuentes consultadas aseguran que Covaco se encuentra en negociaciones de integración con Cecoval, la organización del comercio de la provincia de Valencia que representa a este sector en la CEV.

Por otro lado, la comisión de buen gobierno de la CEV, reconvertida en autonómica tras la extinción de Cierval, acordó ayer no expulsar a la federación de empresarios de la construcción Fevec, sobre la que pesaba dicha amenaza, como adelantó este diario, por la acumulación de impagos de cuotas y alquileres con la patronal. En contra de lo anunciado, los órganos de gobierno de la CEV no adoptarán hoy decisión alguna al respecto, dado que considera que no procede al recibir hoy su comité ejecutivo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Así que la propuesta de la mencionada comisión se trasladará a la próximo reunión, prevista para septiembre.

Las fuentes consultadas explicaron que los dirigentes de la CEV se inclinan por negociar con Fevec que esta reduzca su representación en la asamblea, la junta directiva y el comité para tenerla acorde con su ínfima capacidad de abonar cuotas. El plazo del pago de la deuda -era de 54.000 euros en 2014- se prolongará para dar tiempo a sus responsables a abonarla. Es muy factible que, a resultas de este pacto, Fevec pierda su plaza en el comité y, en consecuencia, su presidente, Francisco Zamora, deje también la vicepresidencia de la CEV.