¿Estaría usted dispuesto a cambiar alguno de los alimentos que consume por otros derivados de un insecto? Quizás no, pero aunque pueda sonar como algo a priori extraño, Insectfit es el proyecto en el que se embarcaron el pasado enero varios estudiantes valencianos, el de introducir el consumo de insectos „una practica muy extendida en otros países y denominada entomofagia„ en la cultura alimenticia española a través de derivados de varios productos.

Para sus fundadores, Gabriel Vicedo y Alberto Mas, los insectos pueden ser una fuente alimentaria desde la cual fabricar multitud de artículos. «La gente en España todavía no está preparada para comer insectos como tal, pero si para introducirlos en productos derivados de ellos que contarán con una mejora nutricional», explicó Vicedo.

Entre los productos que se pueden desarrollar mediante este tipo de animales se encuentra la harina, «la cuál se podría utilizar como las existentes en el mercado», derivando de ella «otros recursos como la pasta tradicional, pero con una mejora nutricional». Además, se podrían crear «barritas energéticas, con una cantidad superior de proteínas, vitaminas, minerales y fibra también que las harían más completas y naturales que las actuales», resaltaron los estudiantes.

En la actualidad, los desarrolladores de Insectfit han creado algunos de estos productos y ya están haciendo pruebas desde el pasado julio para ponerlos a la venta. Como reconoce Vicedo, el negocio con estos productos llegaran dentro de poco, pero primero «se tiene que conocer bien esta idea». «Queremos a partir de noviembre y diciembre empezar a vender en el exterior del país, que es donde podemos ahora mismo y a partir de enero, hacerlo también en España». Asimismo, la iniciativa valenciana «pretende restar importancia a las proteínas cárnicas que se comen hoy en día y realizar un producto de igual calidad cuya elaboración no causa tanta contaminación como los primeros».

«En nuestro país, al no haber esta cultura alimentaria, aún no se conoce el aporte de los insectos, y es por eso que nosotros hemos estado desarrollando este importante proyecto que contribuirá a una nueva visión de estos alimentos», concluyen Vicedo y Mas.

Parte de la Lanzadera de Roig

Insectfit fue una de los 18 proyectos empresariales que Lanzadera, la aceleradora impulsada por Juan Roig, eligió para la cuarta edición de su programa Garaje, un programa de incubación a través del cual el empresario destinaría alrededor de 700.000 euros para que equipos como el de la startup valenciana pudieran desarrollar sus ideas y convertirlas en empresas.

Este proyecto, que empezó el pasado julio, contará con hasta 11 meses de incubación para validar las necesidades que se planteen para equipos como el de Insectfit, implementar su modelo de negocio, iterar el producto para adaptarlo a los requerimientos del mercado y generar sus primeras ventas. En caso de que los proyectos necesitaran para su crecimiento un soporte más prolongado podrían optar posteriormente al Programa Lanzadera.