El juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha dictado el auto de liquidación de Reyal Urbis, que protagonizará la segunda mayor disolución de una inmobiliaria en España tras la de Martinsa Fadesa. La compañía soporta una deuda de 3.572 millones de euros y sus principales acreedores son Hacienda y la Sociedad de Gestión Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). La firma levantó en València la Torre Oceanis, un edificio de 22 plantas en el PAI de Las Moreras del que todavía queda un piso por vender. La compañía renunció en 2014 a construir mil viviendas en el PAI de la Patacona en un área de 121.000 metros cuadrados.

Reyal Urbis llevaba seis años sin promocionar suelo y entró en concurso de acreedores en 2013. A final de 2015 presentó un ERE de toda la plantilla. El edificio más emblemático que tiene en València es la Torre Oceanis, situado en el plan urbanístico de Las Moreras y prácticamente en primera línea del circuito urbano de Fórmula 1. La torre tiene 115 viviendas y salieron a la venta por precios que van desde los 250.000 a los 670.000 euros.

La Agencia Tributaria figura como uno de los primeros acreedores de Reyal Urbis que, de hecho, aparece en las primeras posiciones de la lista de morosos que publica Hacienda con una deuda de 363 millones. Además, adeuda otros 1.000 millones a la Sareb.

Reyal Urbis se vio finalmente abocada a la liquidación a finales del pasado mes junio, al no lograr el respaldo de estos y otros acreedores para aprobar un plan de pago de deuda y superar el concurso en el que la compañía estaba inmersa.

La inmobiliaria soporta un endeudamiento, sólo con los bancos, de 3.572 millones de euros y presenta un agujero, un patrimonio negativo de 3.482 millones, según datos de la empresa de cierre del primer semestre de este año.

La compañía se ha convertido en una de las grandes firmas del sector quebradas durante la crisis junto con Habitat, Nozar y la mencionada Martinsa Fadesa.

Además del negocio residencial, contaba con una cartera de hoteles y con otra de edificios de oficinas en alquiler que suman 123.000 metros cuadrados de superficie. Reyal afronta su liquidación apenas una década después de su constitución.