El actual frenético estilo de vida nos fuerza a tomar pausas. Comúnmente, estas consistían en retornar a los pueblos de origen en compañía de la familia, junto a los recuerdos y la naturaleza, sin pagar por ello ningún coste añadido. Sin embargo, con el aumento del nivel de vida, se produjo un giro en los destinos posibles y muchas personas comenzaron a optar por realizar grandes viajes, alquilar durante unos días un apartamento en la costa o pasar unos días respirando el aire puro de la montaña. Y cada vez hay más alternativas.
Así, en estos momentos, el mar y las diferentes maneras de disfrutarlo se muestra claramente en auge. Y entre ellas, aparece, de manera pujante, la opción cada vez menos exclusiva, de alquilar una embarcación de recreo para pasar unos días en alta mar. Salir a navegar, con o sin patrón, ya no es sólo patrimonio de las clases más pudientes.
Y, es que, en este último año, las matriculaciones de embarcaciones de recreo han aumentado un 9,7 % con respecto al año pasado a nivel nacional, según datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) a partir de los registros de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMN).
Sin embargo, es el alquiler de barcos recreativos el motivo que más alegría ha causado al sector, pues han sido más de 70.000 usuarios los que han solicitado este verano el arrendamiento de una embarcación, aseguran en Nautal, la agencia líder de ese sector en España.
Según datos de ANEN, el mercado de charter (alquiler de embarcaciones) se ha incrementado en un 23,5 % con respecto al año pasado. Y más del 15 % de esas 4.492 nuevas matriculaciones de barcos para alquilar, realizadas entre enero y agosto de 2017, pertenecen a la Comunitat Valenciana.
«Hay una tendencia creciente en el mercado del charter. La gente ha decidido dejar de comprar casas y optar por alquilarlas, y lo mismo ha ocurrido en el sector de la embarcación», asegura Jordi Carrasco, gerente de la Asociación de Clubes Náuticos de la Comunidad Valenciana (ACNCV).
De esta forma, de las 153 matriculaciones de este año en València, 41 son para uso de alquiler, lo que significa que uno de cada cuatro (26,8 %) barcos no son para uso privado.
En Castelló el dato no varía mucho, pues de las 34 matriculas de este año, 11 eran para el mercado del charter (un 32,35 % de las embarcaciones totales).
En Alicante, el éxito del alquiler de embarcaciones es evidente. De las 335 matriculaciones, 187 son de charter y 148 para uso privado. Esto signifca que el 55,8 % de las embarcaciones son de alquiler.
De esta forma, la comunidad alcanza el éxito en este mercado de alquiler, al situarse en el tercer lugar del podio. Así, Cataluña (25,3 %) e Islas Baleares (25,02 %) consiguen liderar el ránking nacional por delante de la Comunitat Valenciana (16,85 %), reafirmando el Mar Mediterráneo como el lugar de turismo por excelencia.
Durante este verano, Alicante ha rozado el 100 % de ocupación, según Jordi Carrasco. Asegura también que, aunque en julio la ocupación no superaba el 90 %, en el mes de agosto se llegó a superar el 95 %.
No fue este el caso de València o Castelló. Carrasco asegura que, este verano se ha notado una ligera disminución del porcentaje de ocupación con respecto al resto del año en los clubes náuticos de la provincia de València (Club Náutico de València, Club Náutico de Cullera, Club Náutico de Gandia y Club Náutico del Perelló) y los de Castelló (Club Náutico de Castellón, Club Náutico de Burriana, Club Náutico de Oropesa del Mar, Club Náutico de Vinaròs y Club Náutico de Alcossebre).
«Estos municipios no son el principal destino turístico, por lo que en esta época puede llegar a haber una menor ocupación que en invierno. Normalmente, quienes tienen un barco en València o en Castelló, acaban navegando hasta Alicante o, incluso, Murcia», afirma Carrasco.
Este factor explicaría también que, en lo que va de año, más de la mitad de las matriculas de las embarcaciones de recreo de Alicante hayan sido para el charter.
Turismo nacional
El coste diario de una embarcación para seis personas ronda los 250 euros, afirma Octavi Uyá, CEO y Cofundador de Nautal. Este precio equivale a un desembolso económico de 35 euros por persona y día. Bastante por debajo de lo que puede llegar a pagarse por una noche en un hotel en la costa mediterránea en temporada alta.
Por esta razón, al contrario de lo que sucede en otros sectores turísticos, el turista que alquila un barco es mayoritariamente nacional. Según Nautal, el 81 % de los clientes de este servicio son españoles, mientras que sólo un 19 % son extranjeros.
En cuanto al período de tiempo, lo más habitual son los alquileres de un día o de una semana, afirman desde Nautal.
Según un estudio de esta agencia, la «pasión por navegar» es el motivo que más impulsa a los usuarios a alquilar un barco (según el 53 % de los usuarios encuestados), seguido de «compartir la experiencia con la familia y los amigos» (33 %), «descubrir nuevos rincones» (18 %), probar «nuevas experiencias» (15,5 %) y «practicar algún deporte» (8 %).
«Lo bueno del barco es que puedes comer o dormir en él, como puedes hacer en un apartamento, pero también puedes disfrutar de actividades de ocio acuático y, además, supone una desconexión mucho mayor del día a día por estar en un entorno totalmente diferente», asegura Uyá.
Por esta razón, el estudio de Nautalia asevera que el 70 % de los usuarios prefieren los barcos a motor, pues prestan mayores comodidades y facilidades. Tal es así que, según el informe del mercado de embarcaciones de recreo (enero-agosto 2017), editado por ANEN, los barcos motorizados han presentado este año el mejor resultado de verano, con un incremento de matriculaciones del 12,3 %. Así, las personas con menor poder adquisitivo que hasta ahora se habían visto obligados a disfrutar sus vacaciones allí donde el coste fuese menor, pueden ahora disfrutar de un todo un lujo dejándose mecer por las olas mientras toman el sol sobre la cubierta de una embarcación.
