Ford España entra en «números rojos». La cuenta de explotación de Ford España de 2016 arrojó por primera vez en este último lustro unas pérdidas de 5,8 millones, un resultado que tiene que ver con los 120 millones destinados al pago del impuesto de Sociedades a Hacienda y contrasta con los beneficios netos de 119,4 millones logrados un año antes. La multinacional norteamericana con factoría en Almussafes, concluida una etapa de grandes inversiones en nuevos modelos de vehículos, consiguió una cifra de negocio de 8.927 millones de euros, cantidad que supone un ligero incremento del 0,5 % en comparación con 2015.

La compañía presidida por Jesús Alonso, que aglutina también otras filiales de Italia y Francia de Ford Motor Company, ha reducido su deuda a corto plazo a 1.993,1 millones, que supone un 16 % menos que un año antes. Además, el pasivo a largo plazo ha pasado de 128 a 117,3 millones al concluir el ejercicio de 2016. En este último año invirtió 179 millones en inmovilizado, que financió en parte con fondos procedentes de sus operaciones de producción y distribución de vehículos. En un año marcado por el estancamiento de ventas en España, Ford continúa dependiendo del ámbito exterior, ya que el 96 % de los vehículos fabricados en Almussafes (Connect, Kuga, Mondeo, S-Max y Galaxy) han sido exportados a otros mercados. En 2016 la planta valenciana alcanzó un volumen de producción de 393.841 vehículos, lo que representa un incremento del 1,4 % en comparación con el año anterior.

Incertidumbres

El informe de gestión de Ford España revela que el sector de la automoción «se enfrenta a riesgos e incertidumbres». En ese sentido, la multinacional sostiene que «la coyuntura económica difícil, acontecimientos geopolíticos y otros factores condicionan la compra de vehículos», cuyo volumen puede variar «sustancialmente de un año a otro porque el sector de la automoción es muy competitivo, con múltiples ofertas y productos de un número creciente de competidores».

La fábrica de Almussafes, que desde ayer cuenta con un solo turno de trabajo en la planta de motores, produjo 300.000 propulsores y 330.000 componentes mecanizados durante 2016. La planta de motores de Ford funcionará al 50 % hasta mayo de 2018, según las previsiones de la compañía, cuando espera comenzar el montaje de nuevos modelos.

Por otro lado, Ford España se enfrenta a una sanción de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que acusa a fabricantes y distribuidores de intercambiar información que reducía la competencia y limitaba los descuentos que recibían los compradores de coches. A Ford le impone una sanción de 20.234.832 euros, aunque la compañía ha interpuesto un recurso ante la Audiencia Nacional que ha sido admitido a trámite.

Respecto al futuro del negocio, Ford prevé mejorar su cuota de mercado y la fabricación «se mantendrá en los mismos niveles o ligeramente superiores a los de 2016». En subvenciones de las administraciones públicas la empresa automovilística ha recibido 29,9 millones desde el año 2011 para desarrollar proyectos.