Los valencianos incrementaron el año pasado de forma significativa su ahorro bancario y lo hicieron después de que en los dos ejercicios anteriores esta magnitud financiera experimentara descensos del 0,51 % y del 3,34 %. En concreto, la bajada de 2016 fue de un 4,56 %, mientras que el conjunto de los españoles lo redujeron en un 1,48 %, según los datos contenidos en el anuario de entidades financieras de 2016 publicado ayer por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) de la Generalitat. El volumen de depósitos de los ciudadanos de la autonomía y del sector público rozó en 2016 los 98.000 millones de euros, un 8,2 % del total nacional. El incremento en la autonomía no fue homogéneo, dado que los bancos y cajas lograron una subida del 5,08 % y las cooperativas de crédito de solo el 1,19 %.
Como consecuencia de que el precio oficial del dinero se encuentra en el cero por ciento, las entidades financieras no están remunerando los productos más comunes que antes utilizaban sus clientes. Singularmente, los depósitos a plazo fijo están experimentando un retroceso considerable. Buena prueba de ello es que el año pasado registraron una caída del 16,88 % en la Comunitat Valenciana. Se trata de un descenso inferior al 20,37 % del conjunto de España.
Mientras los depósitos entran en una evolución ascendente, los créditos en la Comunitat Valenciana siguen en la tendencia contraria. Eso supone que a lo largo de 2016 se produjo un descenso del 2,17 %, ligeramente inferior al 3,50 del conjunto de España. No obstante, conviene mencionar que es la menor disminución desde 2010, el ejercicio previo a que la situación financiera del país entrara en una nueva dinámica que lo llevó a mediados de 2012 al rescate. Basta citar que en 2015, el crédito en la autonomía había experimentado una contracción del 8,17 %. Por entidades, la disminución es más significativa entre las cooperativas de crédito (3,88 %) que entre los bancos y cajas de ahorros (1,98%). Los 120.307 millones en créditos que las entidades habían concedido en la Comunitat Valenciana al cierre de 2016 equivalen al 9,31 % del total nacional. Como en los depósitos, la autonomía ocupa el cuarto lugar del escalafón.
Por otro lado, el informe también detalla la evolución de las oficinas bancarias en la autonomía. Por primera vez en muchos años, el número desciende de 3.000. En concreto, se queda en 2.932 tras cerrar a lo largo del ejercicio 179 sucursales. Al finalizar 2016, la red más extensa en la autonomía era la de CaixaBank, con 443, seguida por Bankia, con 396, y el Banco Sabadell, con 381. A continuación figuraban BBVA, con 305, y Santander, con 270. Este panorama ha cambiado ahora y Bankia pasa a la primera posición al sumársele las 79 de Banco Mare Nostrum. Además, el Santander supera a BBVA después de absorber al Popular, que tenía 122 sucursales.
