El presidente del Sabadell, Josep Oliu, defendió ayer a capa y espada la decisión de trasladar el domicilio social de la entidad a Alicante para atajar en seco las dudas de los inversores y los clientes ante la posibilidad de que el Gobierno catalán declare unilateralmente la independencia, tras el referéndum celebrado el pasado domingo. Oliu y el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, reunieron en el centro corporativo de Sant Cugat a más de 300 directivos del banco para explicarles los motivos del cambio, aprobado por el consejo de administración el pasado jueves, e instarles a trabajar para superar la situación.

Un encuentro en el que el banquero se mostró muy claro. Así, frente a las críticas de algunos grupos catalanes e, incluso, el llamamiento al boicot por parte de la CUP y otras organizaciones nacionalistas, Oliu fue tajante: «Hemos tomado la decisión correcta, nuestra prioridad es preservar la seguridad de nuestros clientes, accionistas y empleados», señaló el ejecutivo del Sabadell, que siempre ha insistido en que se trata de una decisión técnica -para garantizar que el banco seguirá bajo en amparo del BCE- y no una cuestión política.

Del mismo modo, el máximo responsable del grupo financiero también defendió la ciudad elegida para el cambio de domicilio. «Hemos escogido Alicante porque es uno de nuestros tres centros corporativos, y tenemos una vinculación y presencia de negocio muy relevante», recordó. No en vano, Alicante es la provincia donde el banco tiene una mayor penetración -más de un 44% de todos los usuarios particulares de banca de la demarcación y el 61% de las empresas tienen cuenta en la entidad- y acapara más de un 26% de todo el negocio financiero de la zona. Por no olvidar, claro está, la disponibilidad de infraestructuras heredadas de la CAM, como el edificio de Óscar Esplá donde ha ubicado su sede.

Volver a la normalidad

El presidente del Sabadell también trasladó a los directivos del banco la necesidad de pasar página cuanto antes y volver a centrarse en el negocio. «El banco ha de seguir trabajando en todas sus geografías para contribuir a volver a la normalidad comercial», aseguró.

Al respecto, desde la entidad señalaron que el cambio de domicilio social es efectivo desde ayer, por lo que el Sabadell ya opera como un banco alicantino a todos los efectos, aunque la formalización ante notario se realizará la próxima semana. De esta forma, la entidad se asegura seguir bajo la tutela del BCE y el dinero de los clientes seguirá también protegidos, ocurra lo que ocurra en Cataluña, por el Fondo de Garantía de Depósitos español.

Por otra parte, la vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, aseguró ayer que el traslado de la sede social del Sabadell es una «buena noticia» para la Comunidad Valenciana porque le reporta «reputación», aunque lamentó que «se produzca por la causa que se origina». Del mismo modo, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, dio la «bienvenida» a la entidad y aseguró que «esta es su casa», ya que los valencianos «nunca» han sido «excluyentes». También la Federación de Servicios de UGT valoró positivamente la decisión.