La patronal alicantina Coepa, que el martes cambió sus estatutos para convertirse en autonómica y se alió con su otrora enemiga la Cepyme que preside Cristóbal Navarro en una confederación provincial, se encuentra bajo la amenaza de un embargo que en la práctica implicaría su disolución. La Agencia Triburaria, a instancias del Servef de la Generalitat, le ha hecho llegar un requerimiento para que abone una deuda de 1,9 millones (incluido un 20 % de recargo por apremio) por cursos de formación no ejecutados en su ya tristemente célebre centro de oficios. El plazo vencía el pasado 5 de octubre, si bien las fuentes consultadas aseguran que Hacienda no suele iniciar otros trámites hasta superada la quincena de cada mes, que es cuando la banca le informa de si se han ejecutado los pagos reclamados.
Así las cosas, las fuentes consultadas explicaron que será hoy cuando se conozca si Coepa consumó el pago o no. La organización superó este año un concurso de acreedores que dejó su estructura en la mínima expresión. Apenas tiene acceso a ayudas públicas y sus principales federaciones, como el calzado, los hoteleros de la Costa Blanca o el metal, se han unido a la CEV, la antigua provincial de València que ha tomado el testigo como autonómica tras la extinción de Cierval. Así que Coepa carece de recursos y lo más probable es que Hacienda tenga que embargar.
Coepa llevó a los tribunales, por la vía contencioso-administrativa, este caso que surgió de una denuncia de Cepyme Alicante. El juez tiene que resolver sobre la cuestión de fondo, es decir, la conveniencia o no de la devolución del dinero de la formación y sobre la suspensión cautelar del retorno de ese 1,9 millones solicitada por la patronal alicantina. El Servef rechaza esa suspensión y ha pedido a la Conselleria de Hacienda, que tiene un convenio para ejecución de deudas con la Agencia Tributaria, que inicie el proceso de cobro porque entiende que, como en otros casos, debe aplicar «un principio de prudencia con el fin de velar por el interés público», según fuentes de la Generalitat. En especial si se tiene en cuenta la ya difícil situación financiera de la Coepa.
