Las elecciones en el campo, paralizadas en el caso de la Comunitat Valenciana desde 1978, no son una prioridad para el PP ni para el PSOE. Y eso que el exministro Arias Cañete ya lo intentó en 2014 a través de la Ley de Representatividad del Sector Agrario para determinar los componentes del Consejo Agrario, interlocutor y asesor del Ministerio, a través de las candidaturas de las organizaciones agrarias profesionales, así como realizar una consulta cada cinco años con un censo nacional y realizado con la máxima transparencia.

El senador de Compromís, Carles Mulet, ha lamentado que las elecciones en el campo no sean una prioridad ni para el PP ni para el PSOE y que se esté demorando el desarrollo del Reglamento de la Ley de Elecciones en el Campo. Para la coalición valenciana desistir de esta iniciativa y posponerla de nuevo supone «un claro error de la pinza PP-PSOE en la materia» y les ha urgido a «desbloquear de una vez el desarrollo del Reglamento y convocar las elecciones de acuerdo con las autonomías y los mecanismos y garantías que prevé la Ley». PP y PSOE argumentan que la ley no es garantista, deja fuera a los agricultores a tiempo parcial en las elecciones y quieren pactarla con las organizaciones agrarias.

Esta situación contrasta con la propuesta del PSPV y Compromís, que han iniciado los trámites para convocar unas elecciones cuarenta años después de que se legalizaran los sindicatos agrarios. Un paso adelante y un compromiso de l´Acord del Botànic que terminará con la creación del Consell Agrari autonómico, como hace años que se impulsaron en Cataluña, Castilla León y Madrid y recientemente en Extremadura.

La Unió de Llauradors reclama «ya» el desarrollo de la ley estatal en el campo y critica la «desidia» del PP y del PSOE. AVA-Asaja asegura que no se puede excluir a los agricultores no profesionales.