A las empresas familiares españolas les quedan aún unos cuantos pasos para homologarse a las europeas, por lo menos a las de Suecia, Bélgica, Italia y Alemania, donde este tipo de mercantiles son de media más grandes, están más profesionalizadas, son más competitivas y superan mejor la sucesión. Expertos de esos cuatro países participaron ayer en la jornada «Empresas familiares en el mundo», organizada por la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València, promocionada por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios EDEM, el Instituto de Empresa Familiar (IEF) y el valenciano Ivefa y copatrocinada por Bankia y Broseta Abogados.

El director de la citada cátedra, Alejandro Escribá, dejó constancia de los déficits de las empresas familiares valencianas, dado que solo un 17 % de las mismas logra alcanzar los estadios más altos de competitividad, frente al 33 % de las no familiares. Asimismo, «los mecanismos de gobierno corporativo y de la relación familia empresa se encuentran todavía muy lejos de los ideales para mejorar la profesionalización y la competitividad de las empresas», según un comunicado de los organizadores, donde se pone de manifiesto que «solo una de cada tres dispone de un consejo de familia, menos del 10 % tiene protocolo familiar y solo un 7 % logra superar la transición a la tercera generación».

Los ponentes interancionales expresaron que las firmas familiares de sus respectivos países tienen «un peso algo inferior en la economía que en el caso español, pero logran niveles de competitividad y tienen una fortaleza mucho mejor a la que logran las empresas españolas».

Realidades

Aunque las realidades de estos países son heterogéneas, sus firmas familiares son «en promedio más grandes que las españolas, disponen de niveles de profesionalización más elevados (destacan los casos de Alemania y Suecia) y se dotan de estructuras de gobierno más desarrollas». La nota destaca que, en Bélgica, el porcentaje de empresas que alcanza la tercera generación es del 17 % (10 puntos más que en España) y en Alemania, supera el 29 %.

En Alemania y Suecia, prácticamente el 90 % de las empresas son gobernadas mediante consejos de administración con participación de independientes, y en el caso alemán, prácticamente una de cada dos empresas familiares dispone de protocolo.

Finalmente, en Italia y Bélgica, los datos muestran que la disposición de consejos de administración con participación de independientes ayuda en los procesos de transición generacional, mejorando en casi tres puntos la rentabilidad a medio y largo plazo.

Otra de las diferencias que se puso de relieve en la jornada es que las firmas familiares de otros países europeos pagan menos impuestos como consecuencia de la sucesión.