La parada programada de la central de Cofrentes ha agravado en octubre la subida del precio de la luz, según revela un informe de la asesoría energética ASE. El documento precisa que el precio de la luz en el pool (el mercado mayorista) cerró en octubre a 56,79 euros el megavatio hora (MWh), con un incremento del 15,6 % desde septiembre y del 7,5 % respecto a octubre de 2016. El análisis precisa que la subida se debe a la fuerte reducción de las importaciones (que han caído un 80 %) y al descenso de la producción nuclear por la parada de Cofrentes para la recarga de combustible.

La situación se va a prolongar en noviembre porque Iberdrola ha tenido que prorrogar la pausa de la planta valenciana para resolver "unas discrepancias detectadas en el proceso de pruebas tras la última recarga realizada", según confirmó ayer la compañía. La prórroga no ha supuesto incidencia alguna ni para las personas ni para la instalación ni para el medio ambiente. Las mismas fuentes explicaron que la central nuclear de Cofrentes opera a pleno rendimiento en ciclos de 24 meses tras los que se realiza una parada para recarga del combustible que dura unos 35 días. En las recargas se aprovecha para realizar múltiples revisiones. El retraso en la reactivación de la planta ya es de ocho días.

El análisis del grupo ASE advierte de que el mercado de futuros prevé que los precios se mantendrán caros durante 2018. La curva ascendente se debe a que la producción hidráulica es la más baja desde que hay registros en 1990 por la sequía (que también afecta a Portugal y le obliga a importar de España), existe incertidumbre sobre las centrales nucleares francesas ya que hay rumores de que van a volver a parar, la subida del precio del barril del Brent por encima de los sesenta dólares, y el aumento del coste del carbón y el gas.

«No se divisa en el corto plazo un cambio de tendencia. Las energías fósiles van a mantener su protagonismo en otoño ante la situación de los embalses. A los temores a que el saldo importador con Francia en estos meses se reduzca se suma el cambio de signo del saldo con Portugal, que pasa de ser exportador a demandar energía por la situación crítica de sus embalses», sostiene el informe del grupo ASE.

Desde Iberdrola insistieron en que -al margen de la situación puntual de Cofrentes que genera el 3,6 % de la energía en España- el problema de fondo es la sequía que sufre el país.