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A Unión Gremial le sienta bien Compromís

La patronal comercial ha pasado en dos años de la invisibilidad a marcar la política de libertad horaria y liderar la captación de ayudas

A Unión Gremial le sienta bien Compromís

A Unió Gremial, la patronal del pequeño comercio más alineada con Compromís en contra de la libertad horaria, le sienta bien el cambio de gobierno. En apenas dos años ha pasado de estar fuera de todos los repartos de ayudas y mesas de negociación, a ser prácticamente la primera receptora de ayudas y tener contra las cuerdas el pacto del sector sobre aperturas en festivo.

La diputación, a iniciativa de la vicepresidenta Maria Josep Amigó y en colaboración con la Conselleria de Economía de Rafa Climent, presenta hoy unas subvenciones a las patronales del comercio, con el objetivo de «apoyar al sector y fomentar el asociacionismo». Es la primera vez que se hace.

La Unió Gremial recibe 90.800 euros; le sigue la Confederación de Comerciantes y autónomos (Covaco), con 68.640 euros, y en último lugar la Confederación de Empresarios del Comercio (Cecoval), con 40.560; estas dos últimas integradas en la patronal autonómica CEV.

Desde la conselleria explican la hegemonía de Unió Gremial en el reparto por su mayor número de asociados en el área metropolitana. Según apuntan, por primera vez las ayudas se distribuyen bajo criterios técnicos. Según sus cálculos, la entidad que preside Francesc Ferrer tiene el 45,4% de representatividad del sector en la provincia de València, frente al 34% de Covaco y el 20% de Cecoval. En el ámbito autonómico, Covaco tendría el 58,6%; Unió Gremial el 27,8% y Cecoval, el 13,5%. Hasta ahora el reparto se hacía «sin un criterio objetivable». Este cálculo se ha realizado con datos de 2016, concretamente a partir de las entidades que manifestaron pertenecer a una de estas tres patronales al justificar ayudas. Con este criterio, la conselleria ha elevado a 100.000 euros las ayudas autonómicas a Unió Gremial, y las ha recortado a Cecoval (100.000); ambas por debajo de Covaco (200.000). «Es un intento de impulsar, junto a la conselleria, el asociacionismo de comerciantes. Es fundamental para nuestra economía. Se conceden con criterios objetivos. Es nuestra forma de gobernar», afirma la vicepresidenta Amigó.

Unió Gremial, con más de cien años, vive un renacimiento coincidiendo con el cambio de gobierno. Ha ganado independencia económica (190.000 euros en 2018 entre Consell y diputación) e influencia política. Precisamente, su gerente hasta 2015, Natxo Costa, es el director general de Comercio.

En estos momentos, el pacto entre las grandes superficies, supermercados y pequeño comercio para crear un nuevo marco de aperturas en domingos y festivos, está pendiente de la posición de Unió Gremial, que no rebaja sus pretensiones de recortar al máximo las aperturas. La conselleria no tiene intención de dar el visto bueno al acuerdo si este no cuenta al menos con la abstención de los sindicatos y de Unió Gremial.

Al margen de la CEV

En el plano organizativo, las ayudas de los últimos tiempos de algún modo garantizan su independencia, en un clima en que se está fraguando una gran concentración del sector en una sectorial a imagen de la que ya ha fraguado la industria. De momento, el gran autoexcluido es Unió Gremial. Covaco ha ingresado en la CEV y se barrunta una convergencia con Cecoval, aún muy en mantillas.

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