"Hay que abrir varias avenidas para circular por alguna de ellas al final"; "yo disparo cien tiros para matar un pájaro"; "la mala gestión es la que no se hace". Con estos aforismos resume Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum, la política de diversificación geográfica y de actividad que está desplegando desde hace años y que ya le permite disponer de un auténtico holding aéreo, desde el mantenimiento a la extinción de incendios pasando por el transporte ferroviario de pasajeros. Muchos son ya una realidad, otros están en vías de serlo.

Los socios de Air Nostrum, a través de la sociedad Inversiones Líneas Aéreas internacionales (ILAI), acaban de adquirir el 51% de la línea aérea de Malta Medavia al fondo soberano libio. La adquisición se hace por un precio simbólico y no la realiza Air Nostrum, sino sus socios (Bertomeu, los impulsores del IVI, Remohí y Pellicer), con la intención de proteger a la firma matriz de los riesgos financieros, la misma estrategia que están siguiendo en todas sus vías de expansión.

Medavia, una firma regional especializada en vuelos chárter y focalizado en las grandes corporaciones petrolíferas, tiene base en la Valeta, es decir, entre el sur de Europa, y el Magreb, cerca de los Balcanes, Grecia y Oriente Medio, lo que abre oportunidades de crecimiento en la zona.

En paralelo a esto, ILAI está en pleno desembarco en Irlanda con Hibernian Airlines, una firma para lograr clientes en el centro y el norte de Europa a los que prestar servicios de alquiler de aviones, tripulación y mantenimiento, es decir, volar para otros. En estos momentos, negocia ya con tres aerolíneas uno de estos acuerdos, mientras explora la entrada de inversores.

Por otro lado, en 2018 Bertomeu va a desembarcar también en el negocio de la extinción de incendios. Lo hace a través de la mercantil Planificación y Soluciones Aéreas, con la que va a optar a los concursos de las comunidades autónomas -empezando por el de la Generalitat Valenciana-, así como de Portugal, sur de Francia y también ve negocio a medio plaza en el norte de Marruecos e incluso Argentina. La compañía arranca con una inversión de ocho millones (1,5 desembolsados y 6,5 de financiación) para adquirir seis aviones.

Han comprado un Air Tractor, el que dominaba el mercado en España, y en 2018 les llegarán cinco Thrush, más pequeños, pero con capacidad para encadenar más operaciones. En julio confían en tener el certificado de operador necesario para entrar en los concursos.

Y en plena efervescencia de nuevos proyectos de diversificación, Air Nostrum continúa en la senda del crecimiento. Según los datos adelantados ayer por Bertomeu, la firma cerrará 2017 con una facturación de 451 millones, un 6% más. Se debe en parte al repunte de la actividad, con un 3% más de asientos vendidos, pero sobre todo al crecimiento de la división de chárter para empresas y clubs de fútbol, de un 40%.

Esto ha llevado a la empresa a contratar a 20 pilotos y ascender a otros seis a comandantes. Para atender el aumento de la demanda, la empresa va a prolongar un año el alquiler de cinco aviones, y se quedará su flota de turbohélices para alimentar a otras empresas del holding.