El sector de los cavas valencianos sigue creciendo. Para este año, la previsión es superar los siete millones de botellas, un 15% más, aunque depende, como en todo producto de gran estacionalidad, del comportamiento del mes de diciembre. Y también del impacto que puede tener el proceso independentista y el clima de polarización en la sociedad española.

La pregunta es inevitable: ¿Se beneficiará el cava valenciano de un boicot a los productos catalanas? Rafael Navarro, propietario de Bodegas Hispano Suizas, asegura no haber notado un incremento de ventas por este motivo. Y lo asegura con conocimiento del mercado, al contar con distribución en toda España. "No es bueno: es un boicot al cava, aunque luego se le ponga el apellido que sea".

El peligro de que un impacto negativo sobre la marca cava se extienda a todo el producto, sea cual sea su procedencia, es evidente. Se teme que la alternativa al cava catalán no sea el cava valenciano, sino el champán o la sidra.