La empresa dedicada a la acuicultura Andrómeda Ibérica, ubicada en Castelló y entre cuyas filiales se encuentra Frescamar, va a realizar una inversión en España en los próximos cuatro años de 25 millones de euros, según aseguró a este diario su director general, Tahiche Lacomba, quien es uno de los integrantes de la misión comercial valenciana organizada por la Cámara de Comercio y encabezada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que esta semana está en Canadá.
La compañía está especializada en la producción de dorada, lubina y corvina, además de la versión ecológica de los dos primeros pescados. La presencia de Lacomba en la citada delegación obedece precisamente a su voluntad de empezar a vender sus productos en el mercado del país norteamericano. Durante su estancia en Toronto y Montreal de estos días, el director general de Andrómeda tiene previsto mantener reuniones con seis ejecutivos de grandes superficies y distribuidores con el propósito de colocar su producto.
La empresa procesa los pescados que cría, de tal forma que puede comerciailzar los mismos enteros, en porciones y, de cara al exterior, congelados. La decisión de tratar de entrar en el mercado canadiense no es ajena al hecho de que la empresa está controlada desde octubre del año pasado por Amerra Capital Management, un gestor de activos de la industria agroalimentaria con sede en Nueva York que en 2016 se hizo con el 90 % del capital de la firma, hasta entonces en manos del grupo griego Andrómeda. El 10 % restante está en manos de directivos de la compañía, que en la Comunitat Valenciana cuenta con granjas marinas ubicadas en Burriana, Calp i la Vila Joiosa y con una unidad de procesado y envasado en la primera de las tres localidades.
Plan de expansión
Lacomba precisó que la compañía tiene entre manos un ambicioso plan de expansión que pretende cuadriplicar las ventas y entrar en otros mercados, aunque ya vende en toda Europa, Oriente Medio y Estados Unidos. Los citados 25 millones de inversión previstos se dividen en tres grupos. Uno primero está destinado a nuevas granjas en el mar y a mejorar técnicamente la producción. El segundo es para el crecimiento y mejora de los criaderos de alevín. Por último, mejoras en las salas de procesado.
La compañía, que factura unos 70 millones con incrementos anuales del 20 %, según su director general, pone un énfasis especial en la acuicultura ecológica, que, entre sus especificidades incluye el uso de alimento ecológico, una menor densidad de población en el vivero, control sobre el uso de antibióticos y ciertas normas para el procesado.
