València y Castelló figuran entre las cuatro provincias españolas que, a cierre de 2016, presentaban una menor concentración bancaria, según un estudio del catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València, Joaquín Maudos, publicado ayer por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Maudos ha utilizado como baremo la red de oficinas, al entender que «a más sucursales, más negocio». El estudio analiza la diversidad tomando en cuenta la cuota de mercado del primer banco, la de los tres primeros y, después, la de los cinco para finalmente establecer el Índice Herfindahl (HI). Este último ofrece una horquilla que va de cero a 10.000 puntos, siendo esta última cifra el equivalente al monopolio. Un territorio al que se apliquen más de 1.800 está calificado como altamente concentrado, mientras que entre 1.001 y 1.800 la consideración es de moderado.
Así las cosas, Madrid, con 1.157 puntos, es la provincia con menor concentración bancaria. A esta le siguen Badajoz (1.165), Castelló (1.175) y València (1.233). Maudos aseguró a este diario que la explicación es que todas las entidades quieren y están en la capital del país, mientras que en las dos provincias valencianas hay mucha diversidad porque, pese a la pérdida de Bancaja, CAM y Banco de Valencia, hay una gran cantidad de cooperativas de crédito. Barcelona, sin embargo, está en unos muy elevados 1.986 porque apenas tiene cajas rurales y porque sus entidades de ahorro fueron absorbidas en su mayoría por el BBVA. El caso más sangrante de concentración bancaria es el de Teruel, que llega a los 3.576 puntos y donde el primer banco acapara el 45 % del negocio.
Antes de la crisis, en 2008, València tenía una puntuación de 616 y era la provincia con menor concentración. Madrid, la segunda, tenía 694, mientras que Barcelona estaba en 804.
El también director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) elabora en su informe una proyección de cuál será la evolución provincial una vez se produzcan las absorciones de Banco Mare Nostrum por parte de Bankia y del Popular, por la del Santander, y los consiguientes cierres de oficinas. En este supuesto, no se producen cambios de calado. La provincia con una menor concentración de entidades financieras pasará a ser Badajoz, con 1.214 puntos. La segunda plaza corresponde a Madrid, con 1.345. Le siguen Castelló (1.363), Guipúzcoa (1.382), Ciudad Real (1.400) y València (1.408).
Alicante, que estaba en 2016 con 1.360 puntos, subirá hasta los 1.533. Eso a pesar de que es donde más incide la fusión BMN-Bankia por la duplicidad de oficinas tras Baleares. La operación del Popular penaliza sobre todo a las provincias gallegas, dado que esta entidad había absorbido al Banco Pastor.
