El empresario y ex presidente del València Club de Fútbol Paco Roig ha liquidado la sociedad La Baronía Golf Valencia Resort con la que pretendía construir 3.600 viviendas y tres campos de golf junto al parque natural de la Calderona. El promotor se ha visto obligado a renunciar al macroproyecto después de que la Generalitat Valenciana lo tumbara por su impacto medioambiental en el parque natural. La empresa de Roig compró la mayor parte de los 4,9 millones de metros cuadrados del proyecto que estaban repartidos entre los municipios de Algímia d´Alfara, Estivella y Torres-Torres (Camp de Morvedre). Roig llegó a pagar a cada ayuntamiento 180.000 euros después de que sus plenos aprobaran el macro PAI de forma provisional. El dinero fue cobrado en concepto de tasas.

Paco Roig constituyó la sociedad antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y en plena fiebre por la construcción de campos de golf. El 16 de septiembre de 2015 hizo una oferta de compra de suelo, que convenció a la mayoría de los propietarios del suelo al valorar los terrenos en 36 euros por anegada.

El proyecto se llamaba La Baronía Golf Valencia Resort y tenía un presupuesto de setecientos millones de euros. El complejo iba a contar con el primer Centro PGA de Alto Rendimiento de Golf de la Comunitat Valenciana. El plan de actuación urbanística incluía dos campos de golf privados y uno público, un resort y las 3.600 viviendas, lo que implicaba una edificabilidad del 15 %.

La empresa aseguró su intención de promover la preservación de la fauna y flora y el aprovechamiento de los recursos hídricos para otros fines como la extinción de incendios; así como la restricción del uso de pesticidas y el empleo de un césped que se riega con un 50 % de agua de mar.

Además, prometió la creación de 2.000 puestos de trabajo, la donación de 1,8 millones de euros a los ayuntamientos (600.000 por municipio), la entrega de otros 600.000 euros para una fundación con fines sociales, culturales y deportivos, y el pago de 3 euros el metro cuadrado de terreno como plusvalía de recalificación y la opción de compra del suelo dotacional propiedad de los ayuntamientos por 21 millones de euros.

Sin embargo, el proyecto despertó los recelos de los ecologistas por su impacto en el parque natural de la Calderona.

A pesar de que Roig siguió adelante y realizó una ampliación de capital de 2,17 millones de euros en 2014, la Generalitat tumbó definitivamente el proyecto en 2016. El Consell, como argumentó Acció Ecologista-Agró, falló en contra del plan urbanístico porque no disponía del informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Xúquer e invadía la zona de afección del parque natural de la Calderona, según destacaron los ecologistas.

El macro PAI no llegó a hipotecar las arcas municipales de Algímia, Estivella y Torres-Torres porque los ayuntamientos no se comprometieron a devolver el dinero si no se ejecutaba.