La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha afeado a Renfe su «estrategia de selección y contratación de maquinistas» procedentes sobre todo de cuatro empresas privadas del sector del transporte ferroviario de mercancías, entre las que se encuentra la valenciana Logitren. La mercantil presidida por el contratista de obra pública Juan Cámara -junto con Comsa, Continental y Transfesa- considera perjudicados sus intereses por la masiva marcha de trabajadores de conducción de trenes a Renfe durante estos últimos años -que ha supuesto el 50 % de esta plantilla, según fuentes de Logitren- porque «afecta gravemente al normal desarrollo de las actividades de la empresa ferroviaria».
De hecho, según indica la resolución de la CNMC, estas mercantiles afectadas por la fuga de maquinistas a Renfe Operadora perdieron una media del 8,5 % de actividad durante el primer trimestre de 2017 en comparación con idéntico período de tiempo del año anterior. El organismo regulador indica que los competidores de Renfe «han reducido de forma muy sensible su crecimiento». Así, las mermas de plantillas han sido superiores al 30 % de media entre las citadas cuatro mercantiles, si bien superaron el 80 % en el caso de las dos compañías de mayor tamaño.
Cuota de mercado
Logitren es uno de los ocho operadores privados del incipiente negocio del transporte de mercancías en tren y está participada por la constructora Torrescámara, el operador de transporte y logística Laumar Cargo y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Con todo, el negocio de este sector -que tan sólo consigue una cuota de mercado del 1,4 % en España, frente al 70,6 % del camión- sigue dominado por Renfe. Esta compañía pública contaba con 5.128 maquinistas en 2016 (es decir, más del 80 % del personal), frente a los casi 200 de las privadas.
La resolución de Competencia impone a Renfe a partir de ahora el deber de informar con antelación de sus planes de contratación de maquinistas. Además, tendrá que ofrecer un servicio mayorista de tracción a las empresas competidoras que hayan perdido a más del 20% de su plantilla de conductores como consecuencia de las convocatorias del operador público.
Las razones que explican la marcha de los maquinistas no hay que buscarlas tanto en motivos salariales (32.000 euros anuales en la últimos convocatorias de Renfe, menor a la remuneración de las empresas privadas) sino en el «carácter público de la empresa, pues genera un importante efecto llamada», según la CNMC. Competencia atribuye esa fuga a que la actividad de transporte de viajeros «no se encuentra liberalizada, por lo que las mercantiles alternativas a Renfe «no puede ofrecer a sus maquinistas su traspaso a esa actividad, que conlleva mejoras laborales al personal de conducción». Estos trabajadores tienen jornadas sobre todo en horario nocturno.
La Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP) denunció a la operadora pública ante la CNMC por las contrataciones que realizó en 2015 y 2016. Renfe niega que haya existido un desajuste entre formación y contratación de maquinistas y alega que la competencia en el mercado de mercancías «está garantizada».
