La Cámara de Comercio de València volvió a registrar pérdidas el año pasado, si bien los números rojos fueron sensiblemente inferiores a los de los dos ejercicios precedentes. El pleno de la institución presidida por José Vicente Morata aprobó ayer las cuentas anuales y la memoria económica y de actividades de 2017, un ejercicio en el que los ingresos fueron de 8,3 millones de euros, mientras que los gastos ascendieron a 8,47. El resultado, por tanto, fue un déficit de 169.538 euros. Esta cifra es inferior a los 444.342 euros de 2016 y a los 365.564 de 2015.

En un comunicado, la corporación afirma que la principal razón de las citadas pérdidas se encuentra en «el retraso en la ejecución de los planes de Competitividad e Internacionalización de Cámara de España, que hasta mediados de año no se pudieron poner en marcha». Como datos significativos, la institución destaca que las amortizaciones por inmovilizado ascendieron a casi un millón de euros y que el resultado bruto de explotación, el Ebitda, fue positivo en casi 822.000 euros. El pleno, el último antes de la renovación que sufrirá el 1 de marzo en el proceso electoral en marcha, aprobó también la Memoria de la Cámara de 2017, que recoge actuaciones como las 32.095 tramitaciones de comercio exterior o las 303 empresas creadas.