La crisis ha sometido a un doble castigo a las mujeres: al paro y la precariedad de los nuevos empleos surgidos en la recuperación económica se suma también un incremento de la brecha salarial que sufren respecto a los hombres.

Los datos son demoledores. En estos momentos, el salario medio de una valenciana es 6.107,76 euros menor al de un hombre. En términos porcentuales, un 34,2% menos. En términos temporales, a partir del 28 de agosto el hombre ya ha cobrado tanto como lo hará la mujer todo un año: ellas tendrían que trabajar 125 días más para equiparase.

Así lo detalla un informe de CC OO sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres presentado con motivo del Día Europeo contra esta lacra que se celebra hoy. De hecho, la asociación de empresarias EVAP ha convocado para la una del mediodía un acto reivindicativo en la plaza del Ayuntamiento.

Las mujeres de la C. Valenciana, con 17.811 euros de salario medio, se sitúan en el furgón de cola del país, solo por delante de extremeñas y murcianas. Y la brecha de 6.107 euros supera de largo la media, de 5.941,18 euros.

Ha ido a más: «Persiste a lo largo del periodo 2008-2015 e incluso va in crescendo. Si en 2013 se experimentó un leve recorte, en los dos últimos años se observa un repunte de la desigualdad salarial. La recuperación económica no se vislumbra en las retribuciones de las mujeres, se ha visto agravada, aumentando en cuatro puntos con respecto al inicio de la crisis».

La crisis ha golpeado con más fuerza a las valencianas. Aunque en España la brecha tampoco se ha reducido, al menos sí se mantiene estable por debajo del 30%; mientras, en la C. Valenciana ha crecido cuatro puntos.

Más allá del trazo grueso, de las cifras medias, ¿qué realidad social, de estructura laboral explica esta situación? Como desencadenante inmediato, CC OO responsabiliza a las políticas de recortes y los cambios legislativos introducidos por las reformas laborales, sobre todo por el fomento de la contratación a tiempo parcial.

Mayor brecha en contratos fijos

Como problemas de fondo, el sindicato da algunas claves. Una de ellas es que los sectores masculinizados, como la industria, tienen una media salarial mayor (23.026 euros) que los feminizados, como los servicios (20.391 euros), más por una cuestión de competitividad que de género.

En cuanto al tipo de contrato, paradójicamente la desigualdad se acrecenta entre hombres y mujeres en contratos indefinidos. Cuando se alcanza la estabilidad, el hombre progresa más y más rápido salarialmente, hasta abrirse una brecha salarial anual de 7.024 euros.

¿Qué ocurre? Básicamente la maternidad, las excedencias por atención a menores o dependientes así como las reducciones de jornada para conciliar, que generalmente asumen las mujeres, hace que los hombres tengan «una carrera profesional más larga y estable, lo que implica posibilidad de ascenso, promociones, etc.».

De nuevo otro dato demoledor: el hombre con empleo estable cobra diez mil euros más que el empleado temporal; en el caso de la mujer, la indefinida solo 4.500 más. Son de hecho las interrupciones de la carrera profesional de las mujeres las que repercuten en su remuneración y hace que la brecha se agrande más a partir de los 45 años hasta casi el 40%. Como consecuencia, el desequilibrio se perpetúa más allá de la vida laboral. En las pensiones la brecha se dispara al 57% (1.052 euros frente a 670).

¿Cómo revertir este panorama? Entre otras medidas, CC OO apuesta por reforzar los servicios públicos. Más infraestructuras para la atención de mayores, escuelas de 0 a 3 años que liberen a las mujeres, que básicamente son quienes renuncian al trabajo para los cuidados familiares, viene a decir el sindicato. Además, CC OO exige planes de igualdad en todas las empresas, y más inspecciones.