El financiero valenciano Juan Antonio Girona Noguera falleció el pasado sábado en València a los 77 años de edad tras una larga enfermedad, según confirmaron ayer a Levante-EMV fuentes financieras. Fue consejero del Banco de Valencia, junto a su hermana Irene, entre 1990 hasta su hundimiento en noviembre de 2011, cuando la entidad fue intervenida por el Banco de España a través del Frob. Un año y 6.000 millones de inyección de liquidez después, la entidad fue vendida a CaixaBank por un euro. En el momento de la intervención estatal, Juan Antonio Girona Noguera poseía el 1 % de la institución financiera a través de la firma Gesvalmina.

En su larga trayectoria profesional, siempre ligada al mundo de los negocios -principalmente en el sector inmobiliario-, y las finanzas, Girona Noguera fue también vicepresidente de Aguas de Valencia, y consejero de Ómnium Ibérico, firma dedicada al tratamiento y la distribuciónde agua Miembro de una de las más conocidas familias de la burguesía valenciana del siglo XX, histórica accionista del banco desde sus orígenes, era hijo de Antonio Girona Busutil, presidente de la entidad entre 1984 y 1993. Un año antes de que el Banco Central vendiera a Bancaja su participación del 24 % en la institución financiera.

En la actualidad se encontraba inmerso en el proceso judicial contra los miembros del consejo de administración en el momento de la intervención del Frob, si bien el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le eximió el pasado septiembre de comparecer debido a su frágil estado de salud causado por la larga enfermedad que padecía.

Girona Noguera estaba investigado -la nueva definición de imputado- junto a los demás exconsejeros del Banco de Valencia por la querella presentada en 2012 por la asociación de pequeños accionistas del Banco de Valencia Apabankval.

La denuncia atribuía a los denunciados el delito de formulación de cuentas falsas con el tipo agravado por causar daños a multitud de personas y el de administración desleal. En noviembre de 2016, dos peritos de la Intervención General del Estado, uno de ellos adscrito a la Fiscalía Anticorrupción, ratificaron ante Pedraz que las cuentas que presentó el Banco de Valencia en 2009 y 2010 «no reflejaban la imagen fiel del banco».

La querella de la asociación representada por el abogado Diego Muñoz Cobo denunciaba irregularidades en varias operaciones realizadas por la entidad financiera con distintas empresas de la autonomía. Algunas de ellas coinciden con las denuncias que en 2012 presentó el FROB tras la intervención.

La caída de un referente

La familia Girona Noguera ha estado históricamente vinculada al Banco de Valencia y varios de sus miembros han llegado a ser presidentes de la entidad, que fue fundada en el año 1900 como símbolo de la pujanza de la burguesía comercial valenciana en los inicios del siglo XX. Desde el principio de su actividad, el Banco de Valencia se convirtió en un referente del sistema financiero valenciano. Sin embargo, la excesiva exposición al mercado inmobiliario en los últimos años de su existencia acabó precipitando su caída.