Empresarios, políticos y amigos de Enrique Velarte (propietario de la conocida empresa de rosquilletas) arroparon ayer en el Tanatorio Municipal de València a la familia. La capilla ardiente del empresario, fallecido de un infarto a los 47 años, abrió a las 17 y desde ese momento el tanatorio se llenó de conocidos que acudieron a presentar sus respetos a los familiares. La misa funeral por Enrique Velarte se oficiará hoy a las 12 horas en la parroquia San Martín de Porres de l'Oriveral.

El director general de Dacsa, Ricardo Císcar, señaló que Velarte «era un buen empresario. Ha sido una gran pérdida para todos. Era una persona muy querida en el mundo de la distribución». En este sentido, el directivo y expresidente del Valencia Manuel Llorente aseguró que «era un fenómeno» en la comercialización de productos.

Andrés Ortega, director de comunicación de Carrefour, declaró: «Ha sido un abanderado de los productos de la Comunitat Valenciana. Es una persona que ha hecho marca de València. Era un proveedor nuestro desde que llegamos a València. Acabamos comercializando sus productos a nivel nacional». El empresario Vicente Corbí, de Olives Corbí, incidió en que «siempre apostó por la empresa familiar, nunca hizo marca blanca y defendió el sello de garantía».

Manuel Esteban, abogado personal de Velarte, subrayó que quiso seguir la trayectoria empresarial que marcó su padre. «Era un empresario que siempre estaba dispuesto a echar una mano a quien le hiciera falta», añadió.

Entre los políticos destacó la presencia de personas vinculadas a Unión Valenciana y al Partido Popular como José María Chiquillo, Alfonso Novo y Maria Àngels Ramón-Llin. Chiquillo indicó que lo conocía desde pequeño. «Su padre fue uno de los impulsores de Unión Valenciana. Siempre he contado con el apoyo de la familia. Como empresario dio la talla y fue un ejemplo a seguir. Como persona era todo corazón. Su padre y él han sido dos grandes valencianos», afirmó Chiquillo.